Aunque cada día quedan menos en el campo, las frutas del bosque son una delicia de la que se puede disfrutar, sobre todo en postres, así como en productos preparados. Aunque su precio en el mercado es alto y en el monte la mayoría son difíciles de encontrar, su consumo va ampliándose del paladar de ciertos sibaritas y al fogón de los cocineros que las necesitan para dar un toque de sofisticación a sus platos, a un uso y degustación más doméstico.
Las más usadas
Arándano: es, quizá, una fruta del bosque demasiado ácido para tomarla al natural, pero constituye un ingrediente perfecto para hacer mermelada, helado, licores y aguardientes, así como tartaletas e incluso canapés, dulces y salados. Los arándanos aportan 100 calorías por 140 gramos y una gran cantidad de vitamina C. Como muchas bayas silvestres, su consumo puede aliviar molestias digestivas, así como los casos de diarrea.
Endrina: utilizada tradicionalmente en España para elaborar licores, esta fruta del bosque puede confundirse a priori con un arándano por su forma y color. Sin embargo es mucho más amarga, así que su uso se relega a la producción del delicioso pacharán, un licor único que facilita las digestiones.
Fresas silvestres: son más pequeñas, delicadas y con un sabor más intenso que el del fresón. Como mejor se aprecia la textura y el aroma de la fresa silvestre es al natural. Ideal para preparar mousse, cremas, gelatinas, mermelada y helados, también se puede recurrir a ella entera o a trocitos para decorar o rellenar tartaletas y pasteles. Sus mayores bazas: su ligereza, su escaso aporte calórico (37 calorías por 100 gramos) y su gran cantidad de vitamina C.
Frambuesa: esta fruta no sólo es exquisita, sino que además posee numerosas propiedades nutritivas, entre ellas, su nada desdeñable cantidad de vitamina C. Supone también una buena fuente de fibra y tiene una esencial función diurética. Es conveniente consumirla rápidamente ya que es muy frágil y enseguida se estropea. Su sabor dulce tiene un punto ácido delicioso, que la convierte en una fruta ideal para mermeladas, tartas, macedonias y decoración de todo tipo de platos.
Grosella: existen diversas variedades de grosellas,como la blanca, la negra y la roja. Sin duda, su característica fundamental es el alto contenido en vitamina C del que disponen, similar al de la naranja o el kiwi. Su sabor ácido hace de estas frutas la mejor elección para hacer confituras, mermeladas y jarabes, productos perfectos para degustar en tostadas, o bien para aderezar postres más elaborados.
Madroño: fruta que forma parte de la simbología de Madrid, los madroños no son tan sabrosos ni aromáticos como otras frutas del bosque degustadas al natural. Tienen un excesivo contenido alcohólico, así que hay que tener cuidado al comerlos. Se utilizan fundamentalmente para elaborar licores, vinos frutales, mermeladas y jarabes. Aunque se recurre poco al madroño en pastelería, esta fruta permite elaborar postres originales y con un sabor único.
Mora: se puede obtener de un arbusto, la zarzamora, que produce frutas muy dulces; y un árbol, la morera, que ofrece moras algo más ácidas. Su mayor valor nutritivo se encuentra en su alto contenido en vitamina E. Los cocineros aprecian mucho esta baya, que se encuentra sin dificultad en las riberas de los ríos de casi toda España. Ideal para preparar mermeladas y compotas, también constituye un manjar en numerosos postres (tartas, mousse, pasteles, charlotas), así como un toque innovador y agridulce en algunos platos salados.
Recetas
Petit fous de frutas del bosque (Receta de nuestra lectora Tainy)
Ingredientes: 6 hojas de gelatina, 1/2 litro de leche, 150 gr de azucar,1 yogur de fresa y 100 gr de frutas del bosque.
Elaboración:
Hidratar la gelatina en un poco de leche. Poner a hervir la leche restante con el azúcar. Cuando hierva, retirar del fuego y añadir la gelatina y la leche donde se ha hidratado. Dejar enfriar, añadir a la leche, el yogur y la fruta del bosque. Pasar por la batidora y luego colar. Rellenar moldes pequeños, de bombones, y meterlos en el congelador hasta el momento de servir. Desmoldar y decorar al gusto.
Mermelada de mora (Receta de nuestra lectora Silbiguay)
Ingredientes: 1/2 kg de moras ya limpias, 250 gr de azúcar, zumo de limón y agar-agar (opcional).
Elaboración:
Quitamos los rabos y lavamos bien las moras. Las ponemos en una cazuela, añadimos el azúcar y el zumo de limón. Dejamos reposar unna o dos horas en el frigo.
Ponemos a fuego medio-bajo y dejamos cocer por espacio de algo más de una hora o o hasta que tenga textura mermelada. Trituramos bien y en los 10 ultimos minutos de coccion añadimos el agar agar(es opcional). Llenamos los botes esterilizados, y una vez frios los cocemos unos 20 minutos. Retiramos del fuego.
Helado de frambuesas con Thermomix 31 (Receta de nuestra lectora Lacarlina)
Ingredientes: 500 gr de fresas y una cajita de frambuesas ( reservar algunas para decorar), 400 gr de nata montada, 150 gr de claras de huevos y hierbabuena para decorar.
Elaboración:
Poner el azúcar en el vaso y programar unos segundos a velocidad progresiva 5-8 hasta que esté glassé (sacar del vaso y reservar). Triturar las fresas y frambuesas 30 segundos, velocidad 6-8. Pasar, a continuación, por el chino o colar, resevar la pulpa en la nevera. Montamos la nata y resevamos.
El siguiente paso consiste en poner la mariposa en el vaso y montar las claras de huevo con el azúcar glassé 4 minutos, a 50 ºC y velocidad 4. Y después 6 minutos, a la misma velocidad y sin temperatura. Mezclar el merengue con la pulpa primero y con la nata montada a continuación dejando un poco de nata para decorar. Metemos al congelador dentro de un molde y dejamos un mínimo 6 horas. Sacar del congelador, desmoldar y decorar con la nata y con algunas frambuesas.
Más recetas:
Tarta de crema y fresonesDulce de moras
Tartaletas de chocolate y frutos rojos
Galletas de chocolate blanco y grosellas
Mermelada de frutos del bosque
Crema de yogur a la frambuesa
Tarta de vainilla, mascarpone y frutos rojos
Zumo de nectarinas y fresones