Los bosques y los arbustos nos regalan cada año sus frutos más naturales y delicados. Estos pequeños tesoros, como las fresas, frambuesas, arándanos o endrinas, que normalmente surgen durante la época estival, nos ofrecen todo su sabor, que degustaremos tanto al natural como en mermelada o compota. Sin embargo, otra opción muy acertada es la elaboración de licores y bebidas, como el pacharán, que encuentra en Navarra su máximo exponente.
Ya en la Edad Media el Nafarroako Patxarana gozaba de gran popularidad en estas tierras, aunque no obtendría su nombre actual hasta el siglo XIX. Hoy es una bebida popular, aunque en su día formó parte de importantes banquetes de la realeza; incluso Blanca de Navarra lo consumió por sus propiedades medicinales.
Una bebida muy natural
El licor se obtiene de los frutos del arbusto Prunus Spinosa L, las endrinas, arañones o pacharanes. De pequeño tamaño, muestran siempre un característico color entre negro y azulado, por lo que no resulta fácil conocer a simple vista cuál es su grado de madurez; para ello hemos de observar la pulpa, de tono rojizo en su estado óptimo. Este es un factor decisivo en la maceración: los más maduros aportan más sustancias, así como un color más intenso que los más verdes, que se caracterizan por su acidez.El pacharán, que se deriva de alcoholes naturales, presenta una graduación alcohólica entre 25 y 30 %. El navarro supera con creces el porcentaje mínimo de fruta que establece la legislación: contiene entre 125 y 205 gramos por cada litro elaborado, tres veces más de lo requerido. Es por ello que esta bebida espirituosa con Denominación Específica goza de un intenso aroma y sabor afrutado.
Asimismo, la maceración en aceites de anís durante un periodo máximo de ocho meses, así como su contenido en azúcares, le otorga su sabor característico. El producto amparado bajo la Denominación en ningún caso está elaborado con endrinas mezcladas con otros tipos de frutas y su tono rojizo siempre procede de los frutos naturales, ya que los colorantes y aditivos no están permitidos.
Garantía de calidad
La 'Denominación Específica Pacharán Navarro' fue concedida en 1988, gracias a la iniciativa de la Asociación Navarra de Fabricantes y Embotelladores de Pacharán Natural, en un intento por proteger la bebida frente a la producción a granel cada vez más extendida. Este organismo garantiza una óptima calidad del producto a través de rigurosos controles en la producción, instalaciones, envasado y comercialización. Asimismo, efectúan un seguimiento de las empresas productoras inscritas en el Registro que las incluye dentro de la Denominación.El primer requisito para que los productores estén reconocidos dentro de ésta es que lleven a cabo todo el proceso productivo dentro de los límites de la Comunidad Foral de Navarra. Además, han de permitir cuantos controles establezca el Consejo Regulador. A la hora de adquirirlo hemos de fijarnos en el envase, que debe presentar una etiqueta numerada así como el logotipo de la Denominación.
Las empresas productoras que pertenecen al Consejo Regulador poseen una amplia experiencia en el sector de los licores y en especial, del pacharán. Todas ellas surgieron en el siglo XIX y desde entonces apuestan por la tradición, aunque no dejan de lado la incorporación de nuevas técnicas en la elaboración así como la investigación en el cultivo del Prunus Spinosa L.
Solo o en la cocina
El pacharán, que nos aporta vitamina C, es un excelente digestivo, por lo que resulta idóneo tras las comidas. La temperatura óptima para degustarlo es de unos siete grados, por lo que le añadiremos cubitos de hielo o lo serviremos en un recipiente helado. Además, admite mezcla con otras bebidas como cava o leche e incluso resulta delicioso con helado.También es un excelente ingrediente para preparar platos cargados de sabor. Aporta un toque característico en la elaboración de salsas y guisos de caza y aves, así como en la repostería, como relleno de bombones o para aromatizar y aportar tonos afrutados a todo tipo de dulces.