Las carrilleras de cerdo son de esos guisos con los que resulta difícil fallar. Las hagas como las hagas, salen bien. Este invierno las he cocinado en varias ocasiones y siempre me han felicitado, gracias a las carrilleras, no a mi saber hacer. Toma nota de este plato chupado de elaborar y que gustará tanto a los niños como a mayores. El pacharán le aporta... solo virtudes.
El plato terminado. En esta ocasión decorado con perejil picado. Si tienes eneldo prueba, a mi me encanta como queda.Pide a tu carnicero que limpie las carrilleras un poco del exceso de grasa que puedan tener y la elaboración del plato es "coser y cantar" como decía mi abuelita.
Para que resulte un plato más "finolis", vamos a pasar las verduras y a darle un puntito al final con mantequilla (que aporta brillo y explendor) pero sino, esta receta consistiría en meter todo en la olla y tapar. Sigue estos sencillos pasos y alucinarás.
Hoy me he estirado un poco y he comprado unas carrilleras de cerdo ibérico, el "Rolls Royce de los guarros", pero puedes preparar este plato con cualquier otra raza porcina.
Lo primero que hago tras salpimentar la carne es enharinarla con harina de trigo, en este caso de trigo duro (harina recia) aunque da lo mismo el tipo de harina de trigo que utilices. Dorar las carrilleras y apartarlas.
Tras dorar la carne y retirarla a un plato, hago un refrito con distintas verduras. Si no tienes una de las que he usado (cebolla, puerro, ajo, zanahoria y tomate en este caso frito) no dejes de elaborar el plato, no por eso dejará de salir bien la receta.
Tras sofreír la verdura, añadir un vaso de pacharán (dejando evaporar el alcohol) y dos de agua, trituro el refrito y lo paso por un colador lo que hará que la salsa quede muy fina, aunque como os he comentado, no es un paso obligado.
Una vez colada la salsa, se incorpora la carne de nuevo a la cazuela y a fuego flojo se deja hacer hasta que esté tan tierna que se deshaga al apretarla un poco. Eso será cuestión de un par de horas más o menos dependiendo del tamaño de las piezas de carne. Yo tras pasar la primera hora, doy la vuelta a la carne y dejo que se haga otra hora más.Al final un toquecito de mantequilla que termina de darle el punto a la salsa (brillo y sabor) y a disfrutar.En esta ocasión las he acompañado de unas patatas cocidas, pero ya sabes... a tu gusto.