Este tipo de frutas suele ir acompañando a la carne, debido a la buena combinación que se obtiene mezclando ambos sabores tan fuertes. Pero también resulta espectacular en pescados y ensaladas, como veremos a continuación.
Empecemos por la naranja, el cítrico más popular de todos y que además tiene multitud de combinaciones sabrosas con otros alimentos. Por ejemplo, reduciendo el zumo de naranja con canela y azúcar, conseguimos una excelente salsa para carnes fuertes, como el solomillo y el magret de pato. Pelada y a trozos resulta deliciosa en ensaladas.
El limón, un cítrico que va a la zaga de la naranja en popularidad, puede ser empleado para marinar carne o pescado (recordemos el delicioso ceviche peruano) y como salsa para realzar el sabor del pollo. Siguiendo la estela del limón, nos detenemos en la lima, también adecuada para el ceviche, y un ingrediente típico de la cocina asiática, con la que se suele rociar el arroz y los pescados blancos.
Otros cítricos como el kumquat (o naranja china), las mandarinas o el pomelo, también son muy utilizados en cocina. El kumquat es ideal para acompañar carne de caza o carnes muy grasas, facilitando su digestión.
En el caso del pomelo, su utilización más habitual es en ensaladas, al igual que sucede con las mandarinas. No obstante, hay un uso para la piel de la mandarina que produce exquisitos sabores: se trata de emplear su piel para aromatizar salsas de carne.
Fuentes: Revista Cocina Ligera y Vida Sana
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