Aunque me reconozco incapaz de elegir una de mis galletas como favorita, creo que estas galletas de frutas son las más deliciosas que he hecho hasta ahora. Estoy muy orgullosa de ellas, estéticamente me gustan pero de verdad creo que tienen un sabor riquísimo y os recomiendo hacerlas en cuanto podáis. Son muy sencillitas.
La fruta deshidratada es fácil de hacer pero requiere mucho tiempo. Antes de meter la fruta en el deshidratador hay que lavarla bien y cortarla con cuidado de hacer rodajas de grosor uniforme.
Tuve que buscar mucho por la red para saber la temperatura y el tiempo que requiere cada fruta, ya que dependiendo de su contenido de agua son diferentes. Y por supuesto encontré mil fórmulas distintas e incluso contrapuestas. Al final mi conclusión con mi deshidratador fue esta: todas las frutas a 55-60ºC pero con diferentes tiempos: fresa 3-4 horas, uva 4-5 horas y lima 5-6 horas. El plátano me llevó 8 horas pero finalmente no lo utilicé porque lo encontraba demasiado dulce. Os recomiendo mirar bien las instrucciones de vuestro deshidratador antes, y estar muy pendientes las primeras veces. Si nos pasamos, la fruta quedará totalmente dura. Y si nos quedamos cortos, a los pocos días veremos que se está estropeando.
Lo siguiente será preparar las galletas con nuestra receta favorita. Yo siempre hago la masa con mi receta, y en esta ocasión añado más ralladura de lima y esencia de limón, para dar mucho protagonismo a la fruta.
Y por supuesto debemos hacer un poco de icing del color que más nos apetezca; yo lo dejé blanquito.
Necesitamos tener todo listo antes de empezar. Las galletas, el icing y la fruta, que recortaremos si es necesario para que se adapten bien a la forma de la galleta.
Y entonces haremos lo siguiente: poner un fondo de icing fresco sobre las galletas, posar sobre él los trocitos de fruta, con cuidado de no hundirlos demasiado para que quede más bonito y dejar secar el glaseado.
Fin del tutorial. ¡Más fácil no se puede! Uno de esos casos en los que el less is more se cumple totalmente. Porque hice un bordecito coqueto con icing para mejorar la galleta y después de verlo decidí que nada que hiciera iba a mejorar la belleza natural de las frutas.
Bellas y absolutamente deliciosas.
Sospecho que lo de las frutas en mis galletas no ha hecho más que empezar. ¡Prepárate, deshidratador!