Seguro que más de una vez has llegado al super sin saber muy bien lo que vas a comprar. O quizá hayas adquirido productos que no necesitabas o ya tenías en la despensa. ¡Y qué rabia da que se estropee un alimento o llegue en mal estado a casa!
Siguiendo estos sencillos consejos, puede que te lleves una alegría a final de mes y evites muchos quebraderos de cabeza.
1. Planifica tus menús y haz una lista con lo que realmente necesitas. Incluye alimentos saludables y variados.
2. Compra productos de temporada, ganarás en calidad, sabor y precio.
3. Nunca salgas a comprar con el estómago vacío. El hambre aumentará tu deseo de adquirir alimentos innecesarios.
4. Elige productos frescos frente a los envasados. Son más saludables y suelen tener mejor precio.
5. Comienza a comprar por los productos no perecederos, continúa por los frescos, y por último, los refrigerados y congelados. Los congelados deben transportarse, desde el establecimiento hasta el hogar, en bolsas isotérmicas.
6. Verifica las fechas de consumo preferente y caducidad. Y no olvides comprobar que los envases están en perfecto estado.
7. Fíjate en los precios y aprovecha las ofertas, pero no sacrifiques la calidad.
8. Lleva tu bolsa de casa, contaminarás menos y ahorrarás más.
9. A la hora de pagar utiliza cupones de descuento, vales, tarjetas de fidelidad... al cabo del año suponen un ahorro importante.
10. Compara ofertas, compra con cabeza y ajústate a tu presupuesto.