Hola, aquí estoy otra vez con la propuesta dulce del Reto Cocina Regional Italiana, que organiza Maggie del blog El cajón desastre deMaggie en el que cada mes viajamos a las diferentes regiones de Italia para disfrutar de sus platos . Esta vez visitamos nuevamente Piemonte, cuya capital es Turín y preparamos este dolce di zucca, un budín de calabaza rico, rico...
La versión original:
Y ésta es mi versión:
Ingredientes:
40 gr de miel
40 gr de agua caliente
350 gr de calabaza rallada
15 gr de mantequilla
250 gr de leche
50 gr de harina común
1/2 cucharadita de canela en polvo
1 huevo
100 gr de azúcar común
6 cucharadas de agua
Ponemos en una cacerola y el agua caliente, mezclamos bien y ponemos a fuego medio. Incorporamos la calabaza rallada, añadimos la mantequilla y la leche removiendo bien y cocinamos durante 15 minutos a fuego bajo.
Añadimos la harina integrando bien, incorporamos la canela mezlcando bien. Retiramos del fuego y dejamos templar.
Agregamos la yema de 1 huevo. Batimos a punto de nieve la clara de huevo e incorporamos a la mezcla con movimientos envolventes.
Precalentamos el horno a 200º.
Preparamos el caramelo poniendo en un cazo 100 gr de azúcar y 4 cucharadas de agua, dejando que se cocine a fuego bajo hasta que se ponga de color caramelo claro, con mucho cuidado de no quemarnos, añadimos 1 cucharada de agua, removiendo bien (hay que tener mucho cuidado porque salpica mucho) y luego agregamos otra cucharada de agua removiendo bien nuevamente. Retiramos del fuego y cubrimos con el caramelo obtenido, la base y los costados de un molde de 18 cm de diámetro, (yo lo puse dentro de un molde de papel) y volcamos dentro la masa.
Cocinamos en el horno a 170º durante 45 minutos.
Dejamos enfriar bien y desmoldamos en un plato hondo.
Utilicé la mitad de la cantidad de los ingredientes, porque me conozco y soy capáz de comerlo todo yo sola y de una sentada, así que es mejor que sea un postre pequeño, jijijijiji...
En la receta original se hierve la calabaza y se hace puré, pero ese paso lo salté la usé cruda y rallada,
cocinándola directamente en la leche, esto hace que quede con más textura, pero delicioso de igual manera y adelantamos un paso.
Le agregué canela en polvo (rayando el límite del tuneo), porque le pongo canela a todo lo que puedo y además, para mí un budín o pastel de calabaza no puede no llevarla, jiijijiiji...
Es una deliciaaaaaa...
Aquí pueden ver las propuestas de los demás participantes.
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¡Hasta la próxima!
¡Sean felices!