DORADA AL HORNO (2ª Receta)





 

Haga frio, llueva, sea la época del año que sea, si la mar reúne los requisitos necesarios para poder sumergirse y realizar su deporte favorito, mi marido lo hace: la pesca submarina en apnea.

Siempre tiene su equipo cuidadosamente preparado, sus permisos en regla; no importa las inclemencias meteorológicas, lo importante es que la mar no esté ?tapada?, que esté en calma, ya sea de poniente o calma de levante, aunque bata el mar suavemente contra el roqueo, donde los combativos sargos y las doradas acuden a comer inclusive llegando a la rompiente de las olas, casi hasta la misma orilla.  

Las técnicas que realiza son las más básicas de la pesca submarina, siempre procurando bucear suavemente, sin hacer movimientos bruscos y así evitar que los peces le consideren un peligro.

Unas veces quedándose sumamente quieto, a ?la espera? de que algún pez se acerque y le resulte fácil disparar su fusil; otras veces baja al fondo marino y rascando las rocas activa la curiosidad de éstos depredadores (sargos, doradas, dentones, róbalo?.), a ésta formula se le denomina ?al depredador?.    También es importante conocer la zona donde se bucea y saber las costumbres de los peces, saber la fauna y la flora, lo que comen, por donde suelen pasar y tener la paciencia de esperar, procurando que el pez no le vea, así se pesca ?al paso?.   O en superficie, aunque ésta es la forma más difícil, sobre todo encontrar un sitio en el que los peces, que hoy en día están ?resabiados? no reconozca al pescador y escape inmediatamente.

Yo suelo acompañarle a bucear, pero nunca he usado un fusil?.y si él va a pescar, procuro alejarme al máximo a fin de que los peces no noten el movimiento que realizo con mis movimientos, sobre todo aleteando.   Aparte de que mis incursiones en la mar, en cuanto a buceo es poder disfrutar de la fantástica experiencia de ver los fondos marinos?.y a ser posible realizar uno de los deportes que más me apasiona: dar de comer a los peces.

No sólo la tradición marinera de mi familia materna, pescadores de varias generaciones, ni tan siquiera las enseñanzas en cuanto a pesca submarina que me ha facilitado mi marido, sino mi pasión por el buceo, por conocer la mar,  es por lo que entiendo ?un poco? sobre éste ingrediente tan importante en ?Mi cocina?: el pescado y el marisco.    

Aunque pueda pecar de prepotencia, cuando voy a las pescaderías reconozco las especies, sus nombres, sus posibilidades a la hora de prepararlos, la época de capturas, si son pescados propios del litoral malagueño y lo que es más importante a la hora de consumirlos, la frescura (y no frescos por estar en cámaras frigoríficas) de los mismos.    

Hace dos días, leí una receta en uno de los mejores blogs de cocina que conozco, Con sabor a Canela, una espléndida dorada al horno (aqui su receta) , la autora es Merchi blogera desde el 2008, que como buena gallega domina a la perfección los productos de la mar.     No es la primera vez que hablo de ella en ?Mi cocina?, ya el año pasado preparé una de sus recetas, en éste enlace pueden comprobarlo. 

La dorada al horno, fue una de las primeras entradas de mi blog, concretamente en Mayo del 2009.   Ahora que doy marcha atrás y leo la entrada, veo la foto, francamente me da hasta cierto punto ganas de borrarla y actualizarla, como si no la hubiese subido en aquel entonces. Observénla

Fueron mis sencillos comienzos, sin ningún tipo de experiencia bloguera, con demasiada timidez y con un móvil por cámara fotográfica??Así que la publicación de Merchi, me dió pie y ánimo, para volver a publicarla?.curiosamente la preparamos igual, con dos diferencias, el vino Albariño, lo he sustituido por un riquísimo vino blanco de uva moscatel de Ronda y nunca le pongo tomate (no le gusta a algunos miembros de mi familia).



¿Como hacerla?

La dorada me la prepararon en la pescadería, abierta. Enjuagarla y secarla con papel de cocina.

Realizar dos cortes en cada lomo, salar al gusto e introducir algunas rodajas de limón en el interior.  Reservarla.

Mientras en un mortero, machacar dos dientes de ajo y una ramita de perejil, añadir medio vaso de vino blanco (a ser posible malagueño), remover y reservar igualmente.

Cortar dos o tres patatas en rodajas y una cebolla pequeña en juliana.

En una sartén con aceite de oliva virgen (estoy usando de Riogordo, malagueño) pocharlas a fuego lento, salando al gusto, tal y como bien indica Merchi: ligeramente, no del todo.   Sacarlas de la sartén, escurrirlas  y colocarlas en una fuente especial para horno.

Poner la dorada encima de las patatas, regándola con un chorreoncito de aceite, el zumo de medio limón y por último la ajada (el ajo, perejil y vino blanco).

Meter la fuente en el horno, previamente calentado a 180º C.   Ir rociando con la salsita que se va realizando en el fondo durante unos veinte minutos aproximadamente (depende del grosor del pescado).

¡¡ Buen provecho y disfruten de la mar !!  



Aprecien el color gris marengo de la mar en el Puerto de Málaga, pintado por mi suegro....el color del agua de un dia de Otoño, nublado como hoy.   Al fondo "La Manquita", nuestra catedral, en primer plano "La Aduana" futuro museo de nuestra ciudad.

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