¡Hola!
Esta semana, desde el miércoles, estamos teniendo tormenta en Canarias. La típica tormenta "tropical" de invierno que ha venido cargadita de agua y electricidad.
La verdad es que aquí no estamos muy preparados para estas lluvias abundantes y repentinas, así que se inundan los barrancos y la gran mayoría de las calles... Un desastre, vaya.
Yo tengo suerte, que mi calle es cuesta y todo va hacia abajo! jajaja aunque muchas veces se forma un pequeño riachuelo a los lados que hay que saltar o acabas empapada; y mejor que no pase un coche mientras lo pasas o te deja duchadita.
Bueno, recordemos que la semana pasada os conté un poquito lo que pensaba hacer este mes de noviembre con la festividad de San Andrés; y, además, os enseñé, muy resumidamente, cómo se vive este día en Canarias, y más concretamente en Tenerife.
Pues esta semana vengo con otra receta que bien podría ser de estas fechas, ya que está hecha con batata.
Es como el dulce de membrillo, pero con batata, o boniato. Sabemos que hay muchas clases de batatas, pero las más comercializadas son la naranja y la blanca. Este dulce se suele hacer con la batata naranja ya que es más dulzona y encima le da un toque de color a nuestra elaboración; pero yo he optado por la blanca porque es más inusual utilizarla para estas cosas, y no me ha defraudado.
He de deciros que, a pesar de la inusualidad, comerla con pan, queso blanco del curado y un poquito de mermelada es un manjar de Dioses.
Esta receta la podemos utilizar para muchas cosas, bien para el desayuno, la merienda, el "picoteo" de antes de comer, o como canapés para una cena o reunión. ¡Es muy versátil!
Dulce de batata
Ingredientes
1 kg. de puré de batatas
700 gr. de azúcar
1 cucharada de agar-agar o gelatina neutra
50 ml. de agua fría
Suponiendo que ya hemos cocido, pelado y hecho puré las batatas.
Ponemos el puré de batatas y el azúcar en un cazo a fuego suave, removiendo un poco para que el azúcar se integre en el puré.
Mientras, disolvemos el agar-agar en agua fría y, cuando esté integrado, lo vertemos en nuestro cazo y removemos.
Seguimos removiendo hasta obtener el punto deseado, entonces retiramos del fuego.
Vertemos en nuestro molde previamente engrasado o forrado con papel vegetal, y dejamos templar.
Cuando temple, lo metemos a la nevera para que se enfríe, como mínimo 1 hora. Pasado este tiempo podemos sacar y desmoldar.
Como veis es una receta muy sencilla y a la vez perfecta para muchas situaciones.
Si os ha gustado este dulce inspirado en San Andrés, no dudéis en mirar estos pastelitos o esta tarta :)
Hasta la próxima semana
???
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Fuente: este post proviene de Esplendor en la Cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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