La coliflor es originaria del Oriente Próximo ( Siria y Líbano ). Aquí se cultivaba desde el siglo IV antes de Cristo. A partir del siglo XVII su cultivo se extendió a otros países.
Según expertos en nutrición, la mejor forma de comer coliflor es cocida o en forma de purés y cremas. A muchos les resulta indigesta si se cocina frita, rebozada o gratinada.
Yo creo que no hay que prescindir de ella, al contrario, pues aporta mucho a nuestro organismo, sólo hay que escoger la manera de prepararla más adecuada a cada uno.
Las ensaladas ya sean de verduras, hortalizas, legumbres, pastas o cualquier combinación sugerida son imprescindibles en nuestra dieta diaria. Si son completas pueden ofrecerse como plato único y si no es así, son perfectas como guarniciones y acompañamientos a otros alimentos.
Siempre busco nuevas combinaciones, alejándonos del aburrimiento en la mesa y en la cocina, porque si caemos en la rutina el fracaso puede estar garantizado.
Nuestra ensalada es bien sencilla pero el color atrae hasta a los más reacios a comerlas.
INGREDIENTES
1 coliflor pequeña o 1/2 coliflor
2 remolachas
1 naranja
sal
AOVE
vinagre de manzana
PREPARACIÓN
Para mí la mejor forma de cocer las coliflores es en microondas, aquí podéis ver la forma de hacerlo. Evitaréis el olor característico que suelta la coliflor y quedará al dente. También se puede cocer de forma tradicional en una olla con agua con un poco de sal o en una vaporera. Una vez cocida de la forma elegida, reserva.
Cuece también las remolachas. Aquí te muestro como hacerlo para que queden perfectas. Cuando las tengas cocidas y frías corta en cuadraditos. Reserva.
Quita la piel a la naranja, separa los gajos y corta estos en trocitos.
Pon todos los ingredientes en una ensaladera, aliña con vinagre de manzana, AOVE y sal al gusto.
Ya está lista para llevarla a la mesa. Puedes tomarla templada o fría.
También puedes aderezarla con unas cucharaditas de mahonesa ligera de yogur, es una opción deliciosa.