Todos nos sentimos a veces así, atenazados por circunstancias que ni siquiera dependen de nosotros, pero que se apoderan de nuestra vida hasta el punto de negarnos cualquier posibilidad de tomar las riendas y cambiar el rumbo.
Es momento quizás, de detener esta carrera sin rumbo. Me detengo, respiro profundo, miro alrededor. Ya no puedo seguir buscando a ciegas la salida. A lo mejor, sólo tengo que mirar despacito y con cuidado; a lo mejor, si me concentro, mis ojos pueden acostumbrarse a la oscuridad; quizás, puedo intuir ese resquicio de luz que se cuela por una rendija y llegar a la salida.
El tiempo, que es lo único que se me escapa entre los dedos; el tiempo, que nunca es suficiente; el tiempo, parece ser lo único que es necesario para encontrar el camino. Esta vida, tantas veces, nos lleva en volandas sin saber ni siquiera adónde. Cuando intentamos ser conscientes de cuál es nuestro viaje, nos encontramos perdidos en medio de lo desconocido. Aquí no es donde quiero estar. No sé cómo he llegado hasta aquí, no sé dónde está la salida ni el camino de regreso. Pero si de algo estoy segura es que es el momento de parar, porque sólo así podré cambiar aquello que me hace infeliz.
La vida, al fin y al cabo, se construye de momentos; unos con otros se van uniendo para formar un todo, y es ese todo el que nos debe sacar una sonrisa de satisfacción. Si no es así, algo mal estamos haciendo. Pero repetir cada día las mismas acciones, únicamente nos va a proporcionar los mismos resultados. Creo que ha llegado la hora de cambiar... Me detengo, respiro profundo, miro alrededor... Allí, en el medio de la oscuridad, se cuela un rayo de esperanza...
Con esta receta participo en el nuevo reto Alfabeto Salado que ha organizado Elena del blog Mrmlada. Si os apetece participar, o tenéis curiosidad por saber cómo funciona, os dejo aquí toda la información.
Ensalada de quinoa, dátiles y naranja con espárragos
Ingredientes para 4 personas
300 g de quinoa.
1 manojo de espárragos trigueros.
1/4 cebolla.
1 naranja.
75 g de nueces peladas.
50 g de dátiles sin hueso.
sal.
pimienta negra.
aceite de oliva.
vinagre de Módena.
Preparación:
1. Cocemos la quinoa, siguiendo las instrucciones del paquete. Cuando esté cocida, la escurrimos, la refrescamos con agua fría y la reservamos en una ensaladera.
2. Picamos la cebolla, las nueces y los dátiles en dados pequeñitos, y añadimos todo a la ensaladera.
3. Pelamos la naranja, retirando todo lo que podamos de la parte blanca, y la cortamos en trocitos. Añadimos la naranja, junto con el zumo que ha soltado al cortarla, a la ensaladera.
4. Ponemos un poco de aceite de oliva en una plancha bien caliente, y cocinamos en ella los espárragos, unos 5 minutos. Deben quedar bien cocinados, pero tiesitos y crujientes. Salpimentamos.
5. Aliñamos la ensalada con sal, pimienta negra, aceite de oliva y vinagre, al gusto. Servimos con los espárragos a la plancha.