Cuando conocí a mi marido se extrañó que en mi casa las ensaladas no llevaran lechuga, y es que no todas tiene porque llevar este ingrediente. De hecho, mi madre siempre ha preparado este tipo de ensalada, con la única diferencia de que los griegos la rematan con un poco de queso feta.
En cuanto a los beneficios de los ingredientes de esta deliciosa y completa ensalada son muchos, ya os comenté los del pepino en este post y los del tomate en este otro.
Ingredientes:
Para la ensalada:
1 pepino
2 tomates tipo pera
1 pimiento baby amarillo
1 pimiento baby naranja
1 pimiento baby rojo
1/2 cebolla roja
1 puñado de aceitunas marinadas
50 g de queso feta
2 cucharadas de perejil picado
Para el aliño:
1/4 de taza de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de zumo de limón
1/4 de cucharada de orégano seco
sal
pimienta
Preparación:
Lavamos muy bien los tomates, los pimientos y el pepino y los secamos.
Cortamos los tomates en cuartos y los echamos en una fuente. A continuación, cortamos el pepino en rodajas finas desechando los extremos que amargan y los agregamos a la fuente. Seguimos con los pimientos, le quitamos los rabitos y las semillas y los cortamos en rodajas muy finas y los añadimos a la fuente. Por último cortamos también en rodajas finas la media cebolla roja, separamos los aros y los esparcimos en la fuente.
Añadimos las aceitunas y desmenuzamos el queso feta. Picamos perejil y los espolvoreamos sobre el resto de los ingredientes que hay en la fuente.
Solo nos queda preparar el aliño, para ello, en un bote con tapa introducimos todos los ingredientes, agitamos y rociamos la ensalada. Removemos con las manos para que se mezcle o integre bien.
La vinagreta puede guardarse en el frigorífico durante 15 días, de manera que podemos tenerla ya preparada o podemos hacer más y guardarla para otra ocasión.
Presentación:
Al ser una ensalada rústica es mejor servirla en una fuente antigua, yo elegí una de mi abuela que me mi madre me envió para la ocasión con mi hermano. ¿Qué os parece? A mi me encanta y me trae a la memoria muchos recuerdos de mi niñez.
Como acompañamiento, un delicioso pan de pita casero.
Bon appetit!!!