¿Qué necesito?
200 gr de pasta
3 cucharadas de salsa pesto (aquí tenéis la receta)
30 gr de nueces picadas
Rúcula
5 tomates secos en conserva
50 gr de aceitunas negras
75 gr de queso feta
¿Cómo lo hago?
Primero vamos a cocer la pasta en una olla con abundante agua con sal. Nosotros hemos escogido orecchiette porque nos parece que van muy bien pero, por supuesto, podéis usar otro tipo de pasta corta que os guste más.
Una vez cocida la pasta, la dejamos enfriar y la ponemos en un bol y añadimos el pesto (la cantidad de salsa sería la misma que si fuéramos a comer pasta al pesto). La salsa pesto la podéis hacer en casa o comprarla hecha. Si os decidís por la primera opción podéis ver nuestra receta aquí.
A continuación desmenuzamos bien el queso feta y lo mezclamos con la pasta revolviendo bien para que se amalgame al pesto.
Por último, picamos las nueces, los tomates secos en trozos pequeños y la rúcula en juliana grande y añadimos a la pasta junto con las aceitunas (podéis ponerlas enteras o cortadas a la mitad, a gusto del consumidor).
Mezclamos con la pasta y dejamos reposar en la nevera durante al menos media hora.
Este tipo de ensaladas se conservan muy bien en un táper en la nevera así que podemos hacerla y comerla en días posteriores.