500 g. de carne de cerdo
1 cebolla mediana
1 zanahoria
500 ml de Lambrusco o vino de aguja
100 ml de aceite de oliva
1/2 cucharadita de albahaca seca
1/2 cucharadita de tomillo seco
Unas hebras de azafrán
1 Cucharada de harina de trigo
Agua
Sal
Pimienta
Ponemos a calentar a fuego medio el aceite en una cacerola. Cortamos la carne en trozos de bocado y salpimentamos. Picamos la cebolla. Cuando el aceite esté templado ponemos la carne y la vamos confitando sin dejar de remover, hasta que veamos que está sellada, tras lo cual la apartamos y reservamos, manteniendo el aceite en la cacerola. Ponemos a calentar y doramos la cebolla, a la que añadimos la zanahoria muy picada y rehogamos bien. Añadimos la harina y removemos hasta que esté bien integrada y no haya grumos. En ese momento echaremos el Lambrusco en dos veces: añadimos la mitad y cuando empieze a hervir echamos la otra mitad. Cuando esté hirviendo de nuevo incorporamos el agua y añadimos el azafrán y las hierbas. Rectificamos de sal (estará muy soso) y volvemos a poner la carne. Subimos el fuego y cuando esté hirviendo bajamos a fuego medio y dejamos tapado durante una media hora. Servimos caliente. ¡Y podemos ir preparando el pan para mojar!