Este congreso tiene como principal objetivo poner en común los últimos avances y descubrimientos sobre los beneficios que aporta la combinación de una alimentación equilibrada y la práctica moderada de una actividad física, los dos elementos básicos del tradicional estilo de vida ligado a la Dieta Mediterránea. "Pretende encontrar respuestas a los interrogantes planteados en cuanto a esta dieta y su carácter saludable, y la forma en que esta información debería llegar a la mayor parte de la población", resumió Francisco Sensat, vicepresidente de la Fundación.
Crecen los alimentos funcionales
La tendencia general hacia el cambio de hábitos alimentarios en las sociedades desarrolladas hacia una dieta equilibrada y saludable, que ayuda a prevenir ciertas enfermedades, ha puesto en auge los alimentos funcionales que, en Europa, registran un crecimiento de ventas superior al 10% anual.El incremento de este tipo de productos surge como respuesta de la industria de la alimentación a los requerimientos de la sociedad, según José Antonio Mateos, secretario general del instituto Danone: "todo empezó en los años setenta cuando aparecieron productos lácteos desnatados y sus mensajes con orientación dietética".
La Dieta Mediterránea aumenta la esperanza de vida
Dentro del Congreso se trató con especial interés los productos que se incluyen en este tipo de alimentación, como principales activadores de la esperanza de vida entre la población. La doctora Trichopoulou, profesora del Departamento de Higiene y Epidemiología de la Universidad de Atenas, expuso los resultados del estudio EPIC, dedicado a la investigación del rol de los estilos de vida y los factores biológicos, dietéticos y ambientales del cáncer y otras enfermedades crónicas.El EPIC griego ha evidenciado que la Dieta Mediterránea en Grecia tiene importantes beneficios para la salud y la longevidad. Los resultados relacionan una reducción en las tasas de mortalidad totales con un mayor grado de adherencia a la dieta mediterránea tradicional, caracterizada por un alto consumo de verdura, legumbres, frutas y cereales, un consumo medio-alto de pescado, una marcada presencia de aceite de oliva en las comidas, un consumo moderado de productos lácteos, un consumo bajo de carne, y un consumo variable de vino.
La OMS advierte sobre el sobrepeso
La epidemia de la obesidad, sobre todo, la que afecta a los niños fue otro de los temas tratados en el congreso. La doctora María Neira, directora del Departamento para la Protección del Medio Ambiente Humano de la OMS, recomendó la Dieta Mediterránea como herramienta de prevención.La doctora alertó que, "lamentablemente, en los países desarrollados se tiende a comer más y moverse menos, lo que se traduce en un incremento del peso corporal. En muchos de estos países, la mitad de la población adulta tiene sobrepeso y más del 25% obesidad".
En palabras de la Dra. Neira, "con actividad física, control de peso y consumo frecuente de frutas frescas y verduras se puede reducir la probabilidad de sufrir ciertos tipos de cáncer como el de mama, colon, cavidad bucal, pulmón y cérvix. El desafío es, por lo tanto, promover el uso de recomendaciones dietéticas, fomentar la actividad física y crear un ambiente sano que reduzca al mínimo los factores de riesgo para la salud".
El Dr. Xavier Pi-Sunyer, premio Grande Covián
El científico, que dirige el Centro de Investigación de la Obesidad de Nueva York, doctor Xavier Pi-Sunyer, recibió el premio que otorga la Fundación Dieta Mediterránea por su contribución a la promoción de este estilo de vida, en el marco del congreso.Nacido en Barcelona, Pi-Sunyer también es jefe de la unidad de Endocrinología, Diabetes y Nutrición del St. Luke¿s-Roosevelt Hospital Center y profesor de medicina en la Universidad de Columbia (Nueva York), y recibió este reconocimiento por parte de la Fundación para el Desarrollo de la Dieta Mediterránea, que tiene por objeto distinguir a personalidades del mundo científico por su contribución a un mayor conocimiento de la influencia de la alimentación en la salud.