Estas galletas, crujientes en sus bordes pero blanditas en el centro, son estupendas para el desayuno o la merienda y bastante sencillas de hacer.
Ingredientes:
60 gr. de mantequilla.
40 gr. de manteca.
160 gr. de azúcar moreno.
1 huevo.
2 cucharillas de canela.
1 haba tonka molida.
1 cucharilla de miel.
2 manzanas ralladas.
125 gr. de harina integral.
125 gr. de copos de avena.
5 gr. de levadura química.
pizca de sal.
Ponemos en un bol la manteca, la mantequilla y el azúcar moreno. Mezclamos enérgicamente con un tenedor.
Añadimos el huevo, la canela, el haba tonka molida y la miel. Volvemos a mezclar todos los ingredientes hasta que estén bien integrados.
Rallamos nuestras manzanas y las añadimos también al bol, mezclando con el tenedor.
Es el momento de añadir la harina integral, los copos de avena, la levadura y una pizca de sal. Volvemos a darle vueltas a todos los ingredientes hasta conseguir una masa floja y húmeda.
Con ayuda de una cuchara, vamos poniendo bolas de masa en una placa de horno forrada con papel sulfurizado. Podemos hacer las bolas más grandes o más pequeñas y así obtener las galletas del tamaño que deseemos. Nosotros las hicimos con una cuchara grande y nos quedaron galletones, de unos 8 cm. de diámetro, perfectos para el desayuno.
Debemos tener la precaución de dejar las bolas bastante separadas unas de otras pues las galletas se extienden y crecen.
Se pueden adornar con almendras crudas laminadas antes de meterlas en el horno. De hecho, nosotros se la pusimos a la mitad de las galletas.
Introducimos la bandeja en el horno precalentado a 180 º C, y dejamos que se cocinen durante unos 30 minutos.
La almendra debe estar dorada y los bordes oscuros cuando las saquemos del horno. Las dejamos enfriar en una rejilla y ya están listas para consumir.