¡Qué fácil es repartir cariño!
De siempre he sido muy detallista, cuando llegan los cumpleaños o aniversarios ya me pongo a cavilar con qué regalo sorprender a mi marido, amigas, sobrinos...
Incluso ha habido veces que si he visto el regalo "ideal", lo he comprado con un año de antelación..., sí, sí 1 año!!
Cuando voy paseando me quedo viendo escaparates y en ocasiones me tiro un buen rato pensando a quién le iría bien lo que estoy observando de la tienda.
Mi marido, a veces me riñe y me dice: "Es que siempre estás comprando regalos para los demás y tú nunca te compras nada". Y qué le voy a hacer si soy así, y lo mejor de todo es que me encanta ser como soy.
Todo esto tiene un inconveniente ya que no todo el mundo es como yo y muchas veces me llevo decepciones esperando detalles que yo hubiera hecho en según qué circunstancias y no me refiero a lo material.
"Silvia no puedes pretender que todo el mundo sea como tú" me dice mi marido..., ¡y qué razón tiene!.
Estas galletas las hice para una amiga que hacía 9 años que no veía y las preparé en un santiamén ya que venía a tomar café y quería que se llevara un dulce recuerdo de nuestro reencuentro.
Cuando las terminé de hacer, estaba en la cocina y empecé a hablar sola, elogiando lo tremendísimamente ricas que estaban. Tenías que haberme visto la cara (jiji).
Nunca me ha llamado la atención este tipo de galletas, siempre me han parecido como muy de herboristería pero debo decir que me sorprendieron muy gratamente.
Salieron 32 y las repartí entre amigas, compañeras y monitoras de piscina y personal del supermercado donde compro habitualmente.
Daba gusto ver sus caritas.
Y es que no hay nada mejor que repartir dulces y cariño.
Tuvieron mucho éxito y las volveré a hacer en breve.
Se conservan en una caja metálica hasta 5 días, y las puedes congelar hasta 8 semanas.
INGREDIENTES PARA 30/34 GALLETAS:
100 gr. de avellanas tostadas
100 gr. de mantequilla
200 gr. de azúcar moreno
1 huevo batido
1 cucharada de extracto de vainilla
15 gr. de miel (1 cucharada)
125 gr. de harina con levadura (tamizada)
125 gr. de copos de avena grandes
una pizca de sal
100 gr. de arándanos
un poco de leche (si quedara muy compacto) Yo le puse 50 ml. de leche de soja
ASÍ LO HICE:
Pica las avellanas tostadas con un cuchillo. Reserva.
En un bol con una batidora de varillas o robot de cocina, mezcla la mantequilla y el azúcar hasta que estén bien integrados los ingredientes.
Añade a la mezcla anterior el huevo, el extracto de vainilla y la miel. Bate hasta mezclar bien.
A parte, en un bol mezcla la harina (tamizada) con la avena y la sal.
Agrega a la mezcla batiendo bien.
Por último añade las avellanas picada y los arándanos. Distribuye uniformemente.
Si te queda la mezcla muy rígida para trabajar, añade un poco de leche hasta que quede una mezcla más ligera.
Cubre la bandeja del horno con papel vegetal y haz pequeñas bolas del tamaño de una nuez.
Aplana con los dedos y deja suficiente espacio entre las galletas.
Hornea a 190ºC, unos 10/15 minutos por tandas y deja enfriar en una rejilla.
"...Si pasas por la vida repartiendo azúcar y cariño, serás más feliz :-)"
Nos vemos en septiembre.
Feliz verano y recuerda:
DDD: Descansa, Disfruta y Desconecta
Fuente: libro Caroline Bretherton: "Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes, dulces y salados".