La verdad es que no he celebrado mucho esta fiesta hasta la fecha. Y no por falta de ganas, sino porque no ha cuadrado. Ahora, sobre todo, con los críos pequeños se ve mucha cosa por la calle pero hasta hace años, nos decían Halloween y tu decías: ein??
Bueno, el caso es que yo soy de las que piensa que, aunque no sea una fiesta propiamente nuestra, qué más da??? Es una fiesta y todas las fiestas bienvenidas sean. No es cuestión de copiar las cosas aburridas de otros países, pero esto de los sustitos, las cosas de miedo y las recetas con calabaza y los disfraces, molan un montón! Cuando crezca mi peque voy a tener una excusa genial para poder hacer todas estas cosas, jajaj!!
Como os decía en el post anterior, siempre me pilla el toro en este tipo de fechas señaladas pero este año, aunque poco, algo he hecho.
Os traigo unas galletas de Halloween que hecho siguiendo la receta de las galletas de mantequilla que ya os puse en el blog. Las galletas son súper fáciles de hacer. Y yo las he hecho de Halloween pero las podéis decorar con cualquier otro motivo y usarlas en cualquier otra fecha.
La receta de las galletas la teneis AQUÍ.
Para estas de Halloween, yo me he hecho con unos cortadores de galletas con formas relacionadas con esta fecha como estos (sólo tendrías que comprar otros para otros acontecimientos como Navidad, un cumple, un nacimiento, cualquier cosa…).
Unas las he llamado Galletas Vudú (una idea que había en el curso online que hice de Alma Obregón) y las he pintado con bolígrafos de tinta comestible como estos. De esto no os explico más porque se trata sólo de echarle imaginación.
Las otras las he decorado con glasa, que, por cierto, era la primera vez que la hacía y me ha parecido súper entretenido todo el tema este de la decoración galletil. No será la última vez que haga.
La receta de glasa que he usado es esta:
450 g de azúcar glacé
70 ml de agua fría
10 g de albúmina (clara de huevo de gallina deshidratada, podéis encontrarla aquí)
Tamizamos el azúcar y lo mezclamos con la albúmina. Después echamos el agua y mezclamos bien. Yo lo he hecho a mano con una espátula de silicona y queda una glasa bastante consistente. Como no iba a decorar muchas galletas y cada una solo tenía un color, con esta glasa he perfilado el borde de la galleta y he hecho el relleno. Normalmente se suele usar para el relleno una glasa un pelín menos densa, que se consigue añadiendo agua a la primera que hemos hecho, pero en este caso no me ha hecho falta.
Y para decorarlo, simplemente metemos la glasa en una manga pastelera con una boquilla muy finita. Delineamos los bordes de las galletas y después hacemos todo el centro. Y con esto ya tenemos unas galletas de Halloween para principiantes super molonas.
Espero que os hayan gustado!!!
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Un beso,
Ane
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