Creo que no hago galletas tan a menudo como me gustaría, porque soy como Triki, el monstruo de las galletas, me cuesta muchísimo controlarme. Menos mal que en casa me ayudan a acabar con ellas, aunque unas veces más que otras. Me apetecía hacer unas que estuvieran relacionada con la Pascua y que mejor que éstas galletas de limón y miel en forma de huevo y de flores.
Estas galletas son una adaptación de estas otras galletas noruegas con mermelada. Me gusta mucho esta receta porque no es excesivamente dulce, es más, no os las recomiendo para comer solas, es la mermelada la que les da el toque justo de dulzor. Aunque en este caso, la mermelada de limón les aporta un delicioso sabor agridulce, con un toque amargo de la cáscara, vamos, una mezcla de sabores sorprendente. Además tienen una textura especial, que hacen que sean tiernas, pero firmes a la vez, por lo que hay que tener cuidado al sacarlas del horno y al rellenarlas para no romperlas.
GALLETAS DE LIMÓN Y MIELIngredientes
300 gr de harina
Una yema de huevo cocida
Una yema de huevo cruda
150 gr de mantequilla cortada en cubos a temperatura ambiente
70 gr de miel
El zumo de medio limón
La ralladura de medio limón
Para la mermelada de limón200 gr de limones pelados y sin pepitas
La piel de dos limones en trocitos pequeños
150 gr de azúcar
1/2 manzana pequeña pelada o 1/4 si es grande
Realización
Poner todos los ingredientes de la mermelada en un cazo y triturarlos juntos.
La manzana se le añade para espesar la mermelada ya que es una fuente natural de pectina y además no enmascara el sabor del limón.
Cocer a fuego suave unos 25 min, removiendo de vez en cuando.
Guardarla en un frasco limpio y dejarla enfriar.
Colocar todos los ingredientes de las galletas en un bol y amasarlos con las manos hasta formar una bola de masa fina.
Envolver dicha bola en papel de film y dejarla una hora en el frigorífico, para que se endurezca un poco.
Encender el horno a 180.
Estirar la masa, cortar las galletas y hornearlas unos 10 min, procurando que no se tuesten demasiado.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
Poner un poco de mermelada sobre la mitad de las galletas y cubrirlas con las otras, con cuidado de que no se rompan.
Se conservan muy bien durante días en una caja metálica.
Por cierto, me hace mucha ilusión haber utilizado los primeros limones de mi jardín para hacer estas galletas. Llevaba 6 años esperando y casi había perdido la esperanza de que mi limonero fuera capaz de dar frutos, pero parece que al final lo ha conseguido.
Si te gustan las galleta, pásate por la sección GALLETAS Y PEQUEÑA REPOSTERÍA del blog para elegir las que mas te gusten.
Besos y felices vacaciones.
Fuente: este post proviene de El Nido de Mamá Gallina, donde puedes consultar el contenido original.
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