Las galletas son una de las cosas que más me gustan, pero es verdad que lo que más hago son cookies.
Pero estas galletas de mermelada o shortbread o galletas de mantequilla con mermelada han llegado para quedarse.
Todo empezó este verano, porque suelo dar clases de repostería en un colegio a un buen grupo de niños. Y pensando que podía hacer, me acordé estas Galletas de mermelada, porque además se hace el agujero con el dedo, ya que esa es la manera tradicional y de todos es sabido lo que le gusta a los niños meter las manos en la masa.
Fue un éxito rotundo estas galletas entre mis niños.
Y en casa ni os cuento, que como siempre hago una receta en casa para que puedan desayunar los niños también, dejé unos poquitas en casa para la familia.
He de confesar que se me fue un poquito la mano con la sal, no se en que estaría pensando, pero el resultado lejos de desagradarme hizo que me gustaran aún más, así que si quieres ser generosa con la sal, te animo.
Te dejo mis tres opciones de galletas favoritas por si te animas a hacer más.
Galletas de jengibre
Galletas de avena
Galletas de chocolate blanco y arándanos.
INGREDIENTES(PARA 36 UNIDADES):
Galletas
300 g de harina
50 g de almendra molida
Una pizca de sal
225 g de mantequilla fría
140 g de azúcar
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
100/150 gr de mermelada de fresas o de la que prefieras
Glaseado
125 g de azúcar glas
2-4 cucharadas de agua o de leche
ELABORACIÓN
De las galletas:
Ponemos en un bol la harina de repostería con la almendra molida y la sal. Mezclamos con unas varillas y reservamos.
Ponemos en otro bol de la KA la mantequilla fría con el extracto de vainilla, y el azúcar.
Mezclamos en un robot con pala o con una batidora, hasta que se formen terrones.
Después agregamos la mezcla de harina y seguimos mezclando con pala o varillas, si lo que tienes es una batidora de mano, hasta que se forme una bola de masa que se despegue de las paredes del bol.
Hacemos una bola y la aplastamos un poco, la envolvemos en plástico y la dejamos en la nevera ente una hora o dos, dependiendo de si es verano o invierno.
Cuando la masa esté manejable formamos las galletas.
Vamos tomando trocitos del tamaño de una nuez como de unos 25 gramos más o menos, le damos forma redonda y las vamos colocando en una bandeja de horno forrada de papel de hornear.
Hacemos un hueco en cada bolita con el dedo o con el mango de alguna paleta de cocina o con mano de mortero.
Rellenamos el hueco de las galletas con media cucharadita de mermelada, más o menos, un poco al gusto y lo que quepa…jejeje.
Horeamos las galletas por tandas en el horno a 180ºC durante unos 12/15 minutos, hasta que veamos que los bordes se empiezan a dorar. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
De la glasa
En un bol ponemos el azúcar glas y empezamos a añadir agua o leche poco a poco, hasta obtener la consistencia que nos guste.
Con la ayuda de un tenedor hacemos rayas sobre las galletas, para ello mojamos el tenedor en la glasa y luego dejamos caer sobre las galletas con todo el arte del mundo.
Espero que os gusten y que realmente las hagáis porque son deliciosas a tope, fáciles de hacer y resultonas a mas no poder.
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Como siempre os dejo el verdadero pedacito de cielo.
“Luego Dios, lo puso en el lugar de honor, a su derecha, como Príncipe y Salvador. Lo hizo para que el pueblo se arrepintiera de sus pecados y fuer perdonado. Hechos 5:31
Se os quiere