La celebración de Halloween cada vez gana más peso en nuestro calendario. Antes era algo más sutil, con alguna que otra película estadoudidense en cartelera o televisión. Algún decorado en supermercado y algunos productos para la ocasión...ahora está mucho más implantada esta fiesta de origen pagano que celebraba el final de la cosecha y el inicio del invierno.
All Hallows Eve de donde proviene la palabra Halloween, es la contracción que significa víspera de todos los santos, o el Samhain irlandés más antiguo que data del s. IX donde se celebraba la llegada del invierno, el final de un ciclo de cosechas que también se trasladaba a otros países de origen celta como Escocia.
También es conocida como noche de brujas porque la noche del 31 de octubre el velo que separa el mundo que conocemos con el sobrenatural se difuminaba, pudiendo mezclarse espíritus con los habitantes de nuestro mundo. Esta idea que importamos de otros países es la que ha favorecido el hecho de disfrazarse y las historias de brujas, vampiros o fantasmas. Luego han llegado las calabazas, que coincidía en Irlanda con el final de la cosecha al igual que en otros países. Los caramelos y golosinas del trick or treat también han marcado su territorio al igual que muchas elaboraciones dulces como las galletas que hoy hacemos.
Son galletas de mantequilla tipo shortbread, de origen escocés. Son galletas terrosas con pistacho en la masa que le de un toque ideal para esta noche especial y aprovechamos que están de temporada. Decoramos con icing y chocolate estos fantasmitas tan traviesos que os encantarán y sorprenderán por su dulzura.
¡Pasamos a la receta!
Ingredientes: para 30 galletas
- 175 grs. harina de trigo
- 50 grs. pistachos molidos
- 100 grs. mantequilla en cubos punto pomada
- 70 grs. azúcar
- pizca de sal
Icing
- 200 grs. azúcar glass
- cucharadas de agua
* chocolate de cobertura para los ojos y boca.
Preparación:
Iniciamos mezclando en un bol o amasadora la harina con la pizca de sal, los pistachos molidos y el azúcar. Removemos un poco hasta integrar todo.
Añadimos la mantequilla en cubos poco a poco y vamos amasando hasta que vaya adquiriendo una textura terrosa y manejable.
Haremos una bola, cubrimos con papel film la masa para que no se reseque y dejamos enfriar en la nevera al menos 1 hora.
Dividimos en varias porciones que estiramos con rodillo y papel film encima para que sea más fácil. Es importante que la masa esté bien fría para que no se desmorone y podamos hacer bien las galletas.
Damos forma que deseamos con cortador y las vamos poniendo en bandejas con papel vegetal. Horneamos 10/12 min. a 180 grados. Sacamos cuando los bordes estén un poco dorados. Ponemos en rejilla y dejamos enfriar.
Para el Icing vamos alternando un bol azúcar glass con cucharadas de agua hasta que quede espeso para montar en manga y dar vida a nuestros fantasmas. Es importante dejar secar antes de decorar con el chocolate porque si no se mezcla todo.
El chocolate lo fundimos al microondas o baño maría y lo ponemos en manga a temperatura ambiente. Decoramos y damos vida de chocolate a nuestros fantasmas.
Hazlo con los peques, pasarán una tarde de miedo
¿Qué tal? Si te gustó la receta házmelo saber en comentarios. Agradezco tu apreciación sobre mis recetas. Esta noche es muy especial para mí porque siempre me han gustado las decoraciones o publicaciones sobre historias o cuentos de Halloween. Ver la serie de Sabrina en Netflix era como vivir en Halloween constante y publicaciones como New Yorker eran muy inspiradoras.
Aunque reconozco y valoro nuestra festividad de Todos Los Santos, nos apoyamos en otras tradiciones como El día de Muertos o Halloween que nos tiñe con un poco de color esta festividad de luto que nos recuerda a nuestros seres queridos que ya no están. Lo ideal es convivir con la tradición que más nos guste o tomar de cada una de ellas lo que nos resulte más especial para nuestras vivencias personales.
Señal de que están calando otras festividades es la cantidad de recetas de Instagram de temática Halloween y he de confesar que no he visto tanto Pan de Muerto como este año. Yo lo hago cada año desde que nos dejó mi abuelo, hace algo más de una década, cuando no era tan conocido, porque fue en octubre cuando partió hacia otro mundo y hornear siempre ha sido una forma de sentirme bien conmigo misma. Para mi es un ritual que hago de manera personal y porque adoro la cultura mexicana y lo hago con mucho respeto, como ejemplo.
Estos fantasmitas desenfadados son el ejemplo de vivir esta fiesta con alegría y optimismo, porque estamos aquí y ahora. Porque es bonito compartirla con las personas que te rodean además de contar historias que nos ayuden a desconectar un poco de este mundo que muchas veces nos hace perder la sonrisa.
Si te gustan las recetas de Halloween, te animo a visitar la receta de esta tarta de chocolate y fantasmas de merengue o de arañas y trufa. Estoy segura que triunfarás.
¿Y tú, cómo celebras estos días? Cuéntame que te leo.
Feliz noche de Halloween
Un abrazo a todos,
Maribel García