Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
El lunes volvimos a abrir la tienda, pero la verdad es que la semana ha sido muy tranquila. Todavía se nota que todo el mundo está fuera aunque este fin de semana ya se ha notado que en el edificio está volviendo la gente. Es lo que tiene que tu casa esté al lado de la habitación del ascensor, te enteras de todo el movimiento que hay aunque al final te acabas acostumbrando.
Este fin de semana he seguido pintando muebles, podeis ver cómo me está quedando la casa en mi instagram personal, y a falta de algún detalle ya está todo más o menos.
Últimamente me ha dado por hacer galletas, pero es que en la tienda no tenemos nevera y aunque al ser un edificio viejo hace bastante fresco me gusta tener cosas que sé que no se van a poner malas. Como es el caso de las galletas o de los muffins o bizcochos que no llevan fruta. Mi hermana no es de desayunar así que le viene bien tener comida en la tienda y a mi a media tarde siempre me apetece tener algo dulce que picar como una galleta de estas.
Las galletas que os triago hoy en teoría tenían que ser un poco diferentes, pero no salieron cómo quería y no se parecen a lo que tenía en mente, pero están igualmente buenas y así sin querelo tenemos la receta de unas galletas nuevas buenas.
Ingredientes (12 unidades)
60 g de mantequilla a temperatura ambiente
65 g de azúcar
1 huevo M
225 g de harina
35 g de almendra molida
1/2 cucharada de levadura
Precalentamos el horno a 180º
Batimos la mantequilla con el azúcar.
Añadimos el huevo.
Mezclamos la harina, la alemndra y la levadura y añadimos a la masa anterior. Mezclamos con una cuchara de madera y terminamos amasando con las manos.
Hacemos bolitas iguales y aplastamos ligeramente.
Colocamos sobre nuestra bandeja de horno con papel vegetal y horneamos 15 minutos o hasta que esten doradas.
Dejamos enfriar ligeramente sobre la bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que se enfrien por completo.
Feliz semana :)