Durante éste mes de julio, compartiré con vosotros sopas frías que suelo hacer en casa, como la de espárragos que os propuse hace algunos días, y bebidas aromatizadas que serán un sustitutivo genial a las bebidas carbonatadas que hay en el mercado.
El gazpacho de cerezas resulta muy refrescaste y más sencillo si cabe al tradicional, ya que lleva menos ingredientes, pero os enamoraréis de el.
500 gr de tomates
250 gr de cerezas o picotas del Jerte
1 pimiento verde
1 diente de ajo sin alma
Aceite de oliva
Vinagre de vino
Sal
Lo primero que tenemos que hacer es quitar el hueso a las cerezas, lavar los tomates y el pimiento.
Todo lo trituraremos por separado, al contrario que hacemos con el gazpacho tradicional.
Troceamos los tomates bien limpios y los trituramos.
Añadimos las cerezas y trituramos.
Añadimos el pimiento. Yo utilizo pimiento verde porque me resulta más refrescante, pero si usáis el pimiento rojo el color será más intenso.
También añadimos el diente de ajo, al que retiraremos el alma para que no se nos repita.
Ahora añadimos un buen chorro de aceite de oliva y otro de vinagre. Normalmente utilizo vinagre de manzana para el gazpacho, pero la acidez del vinagre de vino resalta mucho más los sabores y en ésta ocasión es más indicado, pero si no os gusta porque os resulta muy fuerte, podéis usar el que más os agrade, pero nunca jugo de limón, os estropearía el gazpacho.
Si queréis podéis servirlo así, pero a mi me gusta colarlo para retirar las pepitas de tomates y algunas pieles de las cerezas.
Al frigorífico y a disfrutar. Es una cena deliciosa y refrescante o un complemento a las comidas en ésta época.
Disfrutad de este gazpacho. Y ya me diréis que otras sopas frías disfrutáis en ésta época. En el blog, ya tenéis más propuestas, pero durante el mes de julio compartiré con vosotros tanto sopas frías como bebidas refrescantes.
BUEN FIN DE SEMANA