Las cerezas son una fruta que solemos relacionar con la llegada del buen tiempo, especialmente ricas en antioxidantes, vitaminas A y C. Destaca la presencia de fibra, que contribuye a reducir el colesterol y mejora el tránsito intestinal, es recomendable para los que padecen gota por su alto contenido en agua.
A pesar de que es una fruta típica del verano, puede encontrarse desde finales de abril. Nada mejor que comerla cruda para degustar su dulce sabor. Puede formar parte de ensaladas o convertirse en el ingrediente principal de una salsa que acompañe platos de carne, especialmente la de caza. Como postre puede servirse en forma de tarta, mousse, yogur o helado.
Ingredientes:
500 gr de cerezas
un kgr de tomates maduros
un pimiento rojo
un pepino
una cebolleta
100 gr de queso fresco
6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
4 cucharadas de vinagre de manzana
2 rebanadas de pan
un vaso de agua fría
sal, pimienta
una cucharada de orégano
Preparación:
Lavar las cerezas, secarlas, cortarlas por la mitad y extraerle los huesos. Lavar los tomates y cortarlos en trozos. Lavar el pimiento rojo, retirarle el péndulo y las semillas y trocearlo. Lavar y trocear también el pepino.
Pelar la cebolla y cortarla en trozos. Poner las rebanadas de pan en un cuenco, remojarlas con el agua fría y el vinagre.
Poner todos los ingredientes en el vaso de la thermomix o en una buena batidora (reservar algunas cerezas para el acabado final del plato) y triturar hasta que quede muy fino. Reservar en el frigorífico para que se enfríe bien.
Servirlo muy frío decorado con las cerezas reservadas, los daditos de queso fresco y un hilito de aceite de oliva.