Hay varios tipos de glaseado: Royal icing de merengue (que se endurece) y otro más blando (Frosting o Icing) que no lleva clara de huevo y es más cremoso.
El Royal Icing es el mejor glaseado para galletas, ya que es más duro y más fácil de usar en decoraciones con muchos detalles.
El Icing sencillo tiene un mejor sabor y es más cremoso. Es ideal para decorar tartas, pastelitos, cupcakes o muffins.
Una vez preparado puedes añadir colorante en pasta o gel, pero no líquido, para no estropear el glaseado.
Os damos las recetas de ambos icings.
GLASEADO ROYAL ICING
Ingredientes:
2 claras de huevo
2 tazas (330 gr.) de azúcar pulverizada (glass)
2 cucharaditas de zumo de limón
Preparación:
Se baten las claras de huevo a punto de nieve junto con el zumo de limón.
Añadir el azúcar poco a poco y mezclar bien.
Debe de usarse inmediatamente o meterse en un taper o contenedor cerrado, ya que se pone muy duro si se deja al aire.
Si se prefiere un poco más líquido, se le pueden añadir unas gotitas de agua, pero poco a poco, porque cambiará rápidamente la textura del glaseado.
GLASEADO FROSTING O ICING
Ingredientes:
500 gr. de azúcar glass
1/2 (100 gr.) taza de manteca vegetal
1/2 taza (113 gr.) de mantequilla o margarina
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 cucharadas de leche
Preparación:
Mezclar la manteca vegetal con la mantequilla.
Añadir la vainilla.
Poco a poco incorporar el azúcar glass.
Cuando todo el azúcar se ha mezclado bien, el glaseado tendrá una apariencia seca.
Añadir la leche y seguir batiendo.
Guardar en la nevera, en un contenedor cerrado, cuando no se esté usando. Puede guardarse hasta por 2 semanas.