Ingredientes (6-8 hamburguesas):
2 vasos de lentejas (yo uso lenteja pardina)
1 puerro
1 calabacín
1 zanahoria grande
1 cebolla
1 ajo
1/2 cucharadita de pimentón dulce
1/2 cucharadita de comino molido
1/3 cucharadita de canela
1 pizca de pimienta negra molida
1 cucharadita de orégano
2 guindillas de cayena
harina de trigo
aceite de oliva
Preparación:
Para hacer las hamburguesas de lentejas, necesitamos que las lentejas tengan una textura algo blanda, pero firme. Es decir, que no estén cocidas del todo sino más bien al dente. Para eso, las dejaremos en remojo 4h antes de ponernos a cocinar, y si no tenéis tiempo, se pueden cocer durante unos 15-20 minutos, controlando el punto de cocción.
A continuación, lavamos, pelamos y cortamos las verduras y las ponemos a freír en una sartén o wok con aceite de oliva. No es necesario que queden excesivamente pochadas porque luego se tienen que volver a freír en forma de hamburguesa.
Prepararemos en un bol, también, la mezcla con todas las especies. Le añadiremos también la sal al gusto.
Cuando lo tengamos listo, haremos las hamburguesas. Para eso, mezclamos todos los ingredientes que hemos comentado, y los pasamos por la batidora hasta que quede una pasta densa.
Una vez tenemos esta pasta, haremos las hamburguesas dándole forma con las manos y las pasaremos por harina.
Para freírlas, se pone una sartén con aceite de oliva y cuando esté muy caliente se van friendo durante 2-3 minutos por cada lado.
Y este es el resultado…
Os las podéis comer así solas, acompañadas de una ensalada o cualquier otro plato que os apetezca. Sino también podéis daros el capricho y completarlas con pan, lechuga y tomate, y… ¡patatas fritas! ;)
Para hacer las patatas fritas, he optado por hacerlas tipo “deluxe”. Es muy sencillo, aunque algo más entretenido. Para ello, cogemos las patatas que necesitemos, las lavamos y las ponemos a cocer con la piel. Una vez estén, las dejamos enfriar fuera del agua y las cortamos a gajos. Los secamos bien y los pasamos por una mezcla homogénea de harina y pimentón dulce, eliminando el exceso de harina.
A continuación, se fríen en abundante aceite de oliva, se escurren en papel absorbente y se salan.
Yo completé la hamburguesa con lechuga, tomate, jalapeños y mostaza. Además de las patatas fritas.
Además, también hice cebolla muy pochada, similar a la caramelizada, pero sin ponerle ni azúcar ni caramelo. Para ello, cortamos la cebolla en juliana y la dejamos pochar a fuego lento en una sartén con aceite de oliva:
También sustituí el típico bollo de hamburguesa por un pan tradicional de panadería con semillas y sin productos lácteos:
Lo coloqué todo en diferentes cuencos y recipientes, a modo de toppings, para que cada invitado pudiera hacerse la hamburguesa a su gusto. ¡Espectacular! :)
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