Reconozco que no tengo tiempo ni ganas de más obligaciones en mi vida. He llegado a un punto en que he entendido que deben ser las justas y necesarias para vivir en la sociedad, el resto hay que vivirlo como nos apetezca a cada uno. Es por eso que después de tanto tiempo, de repente me ha apetecido retomar el blog. Me han ofrecido alguna colaboración, me han pedido algunas recetas y no las tenía en el recetario, me ha picado el gusanillo de nuevo, ¿por cuánto tiempo? Pues ni idea. Esto empezó por mí, por gusto, por saber más, por recopilar lo que estaba aprendiendo constantemente y que no se perdiera. Pero después de unos años, me decepcionó, como la mayoría de las cosas que pasan por tu vida y más en esta época que nos ha tocado compartir, donde hay más falsedad que otra cosa, donde todo se hace cara a la galería y donde expones lo que quieres que los demás crean, no la realidad.
En el momento en que se tergiversó el sentido del blog, dejó de ilusionarme. Me decepcionaba la reacción de los lectores [que yo creí en su día verdadera y resultó ser tan falsa como el resto de redes sociales o incluso como la mayoría en la vida misma] si no ibas a visitar a toooodos los blogs que seguías, no venían a ver que habías publicado. Si no comentas, no te comentan. Si no visitas, no te visitan y encima las personas que por cercanas crees que van a serte fieles y buscar en tu recetario una receta que necesitan, en lugar que poner en el buscador el nombre de tu blog, ponen el nombre de la receta en Google y cogen la primera que sale.
Así que esto se convirtió en una pesada mochila que me creaba más sinsabores que otra cosa. También sumamos que cambié el tipo de alimentación en casa, una más saludable y menos atractiva en fotos, porque aunque siempre me he manejado en el camino de la cocina tradicional, he tocado todos los palos que estaban a mano, utilizando todos los utensilios y productos de los que me voy enamorando, pero no quiero que esta sea la práctica habitual. Ya no hago tartas ni dulces por encargo y aunque comemos a diario [] por todo lo que os acabo de contar, porque hubo una proliferación ingente de blogs de cocina, porque murió mi PC y porque se me fastidió mi cámara Nikon fantástica, dejé de hacer fotos a las comidas. La suma de todo ello, dio paso a este gran parón, que hoy porque sí, porque me ha apetecido, he decidido contar a quien me quiera leer por la misma razón, porque sí, porque le interese.
Imagino que no habrá comentarios en esta entrada tampoco, porque ya me habré diluido en la red, pero si hay alguien a quien le interese, alguien que me siguiera de verdad [que imagino que alguien habrá] esto es también un poquito de mí, Un poquito de Rocio.
En breve habrá alguna receta para quien la quiera ver, para los que siguen estando, para los que la necesiten y por si hay alguien por ahí que sea de verdad, que también me consta que los hay