Empieza esa época en la que ves Barcelona llena de gente con sus cucuruchos y cuando te pasan por al lado, no llegas a la siguiente esquina que estás comiéndote tú uno.
Yo empecé la temporada hace ya algunas semanas cuando me sobraron fresas cocinadas del hojaldre con crema de almendras y compré una barra de helado de nata (crema de leche) para mezclarlo…perfecto, fue perfecto.
Si bien es cierto que comerte un helado cremoso cuando te apetece es más fácil hacerlo en la calle o comprarlo, hay recetas de helados fáciles y rápidos con las que vale la pena hacerlos en casa.
Esta es un buen ejemplo, la leche condensada junto con la nata (crema de leche) hace que quede cremoso y no haga falta usar máquina.
Os recuerdo 2 recetas más para ver si os animáis:
Helado de tarta de queso
Helado de tarta banofee
INGREDIENTES
300gr de fresas
2 cucharadas soperas de zumo de limón
400gr leche condensada
250ml de nata (crema de leche) para montar con 35% materia grasa (mínimo)
ELABORACION
Lavar y cortar las fresas en cuartos. Batirlas junto al zumo de limón hasta que estén en puré.
Mezclar el puré con la leche condensada.
Batir la nata (crema de leche) hasta que esté semi-montada y mezclarla con la leche condensada hasta que esté bien intergada.
Poner la mezcla en un recipiente en el congelador.
**Notas
La nata (crema de leche) ha de estar bien fría cuando la montemos, mejor si la metemos al congelador durante 10 minutos antes.
Una vez lo metamos en el congelador, si tenemos tiempo y estamos en casa removeremos la mezcla una vez cada hora, así hasta unas 3 o 4 veces.
Si no lo hacéis queda perfecto igual, yo lo he hecho de ambas maneras. Evidentemente la cremosidad se eleva removiendo pero la materia grasa que lleva hace que no cristalice en exceso.