A una gran mayoría de gente no le gusta el hígado. Quizás porque de pequeños sus madres les obligaban a comerlo, porque aunque a los niños de hoy en día les parezca mentira, en nuestra época era una comida bastante habitual. A lo mejor es por la textura que tiene, o incluso porque sólo con pensar que es, da asco. Pues ellos se lo pierden! a mi me encanta, y también a Gorka!!!
Hay varias maneras de hacer el hígado. En mi casa esta es la más habitual aunque rebozado está buenísimo, pero eso será para otra entrada, os parece?
Estamos hablando de una "carne" barata, por tratarse de ?una pieza de casquería, y altamente nutritiva. Es rica en vitamina A y B, y cómo no, en hierro, de ahí que nuestras madres se empeñaran en dárnoslo a comer.
Recuerdo perfectamente el día que fuimos al pediatra y mi madre desesperada porque no había manera de que se nos fuera el resfriado a ninguno de los tres, le pedía que por favor diera con la solución. El pobre hombre le dijo: Mira, lo único que se me ocurre es que reforcemos su organismo, porque ya lo hemos probado todo. Acostúmbrate a darles una vez por semana hígado, y a ver que tal con eso.
No sabría deciros si fue efectivo o no, pero probablemente fue cuando me aficioné, a diferencia de mi hermana, que lo odia.
A veces la mejor manera de comer casquería es comerla sin saber qué es, y luego decidir si nos gusta o no sin tener en cuenta el nombre. Os dejo con la receta, a ver si consigo convencer a alguien de que lo pruebe.
Ingredientes:
Hígado de cordero (no es necesario uno entero, depende de los comensales)
1 o 2 cebollas
Aceite y sal
Arroz blanco para acompañar
Preparación:
Empezamos pelando y cortando en juliana la cebolla.
Ponemos en una sartén un chorrito de aceite y cuando esté caliente echamos la cebolla para que se poche. Cuando casi esté hecha, añadimos los filetes de hígado y los dejamos muy poquito tiempo por cada cara. Justo antes de darles la vuelta, los salamos.
Servimos acompañados de arroz blanco.
Notas:
Como os decía el tiempo de cocción del hígado es muy corto, como nos pasemos un poco, quedará seco y perderá toda su gracia.