Ya os he contado que me gusta tener siempre hojaldre en el congelador, porque para un día de esos que no sabes que cocinar siempre me sacan del apuro. En Instagram os recomendé el hojaldre de Casa Tarradellas porque no lleva aceite de palma. Lo malo de este hojaldre es que al manipularlo enseguida se ablanda y hay que hacerlo rápido o meterlo en la nevera hasta que vuelva a coger consistencia si no queremos perder la paciencia (y yo de eso no voy muy sobrada, jajaja).
La idea para preparar estos hojaldres me la dio Marilú Entre Pucheros, aunque los de ella son dulces. Los míos van rellenos de longaniza, porque ya sabéis que yo soy más de salado.
Además de estar muy ricos, son muy bonitos, ¿verdad?. Desde que tengo memoria, los hojaldres rellenos me han gustado muchísimo. Cuando era pequeña e iba a pasear con mi madre y pasábamos por alguna panadería/confitería siempre me compraba uno relleno de bonito con tomate y ella siempre se compraba una milhoja.
Sigue siendo mi picoteo favorito cuando meriendo fuera de casa. El único relleno que no soporto es el de jamón y queso.
Con esta receta participo en el reto mensual de Facilisimo. ¿Te apuntas?
INGREDIENTES (para 7 hojaldres):
Hojaldre: una lámina rectangular.
Longaniza: 60 gramos.
Queso rallado: 15 gramos.
Huevo: uno.
Mantequilla.
Valores nutricionales (por hojaldre):
Calorías: 175.
Hidratos de carbono: 12 gramos.
Grasas: 11 gramos.
Proteínas: 5 gramos.
Precio (por hojaldre): 0,31.
ELABORACIÓN:
Desplegamos la lámina de hojaldre y la cortamos en tres partesiguales, como si quisiésemos hacer un tríptico. Pintamos cada tira con mantequilla derretida.
Colocamos las 3 tiras, una sobre otra y hacemos un rollo. Envolvemos el rollo en filmde cocina y lo metemos en la neveraun rato para que se enfríe después de haberlo manipulado y podamos seguir trabajando con él con facilidad.
Mientras se enfría, preparamos el relleno. Quitamos la piel de la longaniza, la cortamos en rodajas y la trituramos hasta que quede una pasta (no es necesario que quede muy fina). Si la longaniza es muy tierna, será suficiente desmenuzarla con las manos. Echamos la longaniza picada en un bol y añadimos el quesorallado. Mezclamos.
Encendemos el horno a 200ºCcon calor arriba y abajo.
Sacamos el hojaldrede la nevera, retiramos el film y lo cortamos en rodajasde un centímetro de grosor. Con las manos hacemos un cuencocon cada rodaja. Ponemos un poco de rellenodentro del cuenco y, con las manos, sellamos los bordes.
Colocamos nuestros hojaldres rellenosen la bandeja del horno cubierta con papel de hornear. Batimos un huevoy pintamoscada hojaldre con él.
Cuando el horno esté caliente metemos la bandeja y cocinamoslos hojaldres hasta que estén dorados (10 minutos, aproximadamente). Sacamos los hojaldres del horno y los dejamos enfriarsobre una rejilla para evitar que se reblandezcan.
No es necesario esperar a que estén fríos del todo, es suficiente con que estén templados. Aunque tengo que reconocer que tengo un verdadero problema con esto, nunca espero lo suficiente y siempre acabo quemándome, jajajaja.