Sí, se comen y hoy les vamos a proveer una receta muy sencilla y rica para saber cómo utilizarlas.
Para quienes no lo saben y se están preguntando, la aprovechología es la ciencia derivada de la famosa filosofía del “no te tiro nada”.
Esta ciencia estudia y acciona sobre todo lo que asumimos que está de más en los alimentos y lo desperdiciamos creyendo que no sirve cuando en realidad sí lo hace.
Así sucede con nuestro caso de hoy: Las hojas de rabanito.
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Sobre esta receta de salteado de hojas de rabanito
Por un lado tenemos las hojas de rabanito, que, así como las hojas de muchas otras verduras (Como por ejemplo la remolacha), suelen ser descartadas pues siempre nos concentramos en (en este caso) la raíz, lo cual está perfecto, pues es el centro del sabor, pero eso no quiere decir que sus hojas no sean comestibles.Por otro lado, tenemos el salteado que resulta ser una gran técnica para cocinar cualquier tipo de hoja y que es una buena oportunidad para experimentar con hojas que no conocen.
Al cocerlas con aceite las hojas atenúnan su sabor, lo vuelven más sutil, además de la utilización de condimentos, cremas o quesos y cebolla. Entonces se corre menos riesgo a la hora de utilizar una hoja desconocida.
Uniendo estos dos datos es como llegué a la elaboración de esta receta.
Ingredientes
para más o menos 2 porciones
Hojas de un atado de rabanitos
1/2 cebolla
un diente de ajo
1 cda. de manteca
1 cda. de queso cremoso
Sal y pimienta
Receta de salteado de hojas de rabanito
es muy fácil!
1. Lo primero que vamos a hacer es lavar las hojas de rabanitos. Van a ver que tienen como una especie de pelitos que pinchan un poco: olvidenlos, al cocinarlas se va esa sensación.2. Luego, lo que sigue es cortar la cebolla en láminas muy finas y saltearlas en la manteca. No las dejen demasiado tiempo, unos 2 minutos, no deben estar transparentes del todo porque las queremos con cuerpo y presencia.
3. Seguimos agregando las hojas de los rabanitos y salteandolas unos 2 minutos más, hasta que se “desmayen” y tengan un color verde intenso.
4. Salpimentamos y luego agregamos la cucharada de queso crema. Vamos a revolver hasta que se derrita el queso y se integre bien a la preparación.
5. Listo! lo único que queda es servir y comer. Puede ser caliente o también tibio… ¡son riquísimas!
Fuente: este post proviene de Paulina cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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