Dependiendo de la zona de España o del mundo, en la que nos encontremos, podremos encontrar postres típicos en función de cada época del año. En la zona de Extremadura, por Todos lo Santos, e incluso en Carnaval y Semana Santa, preparan los huesillos extremeños.
Se trata de un postre de fritura, unos pequeños cilindros de masa que al cocinarse adquieren una forma similar a la de un hueso, de ahí su nombre. Los huesillos han sido para mí todo un descubrimiento. Son un dulce con una textura similar a la de las rosquillas, con una capa exterior fina y crujiente y un interior sabroso y esponjoso. El sabor el genial y la textura invita a más.
La única cosa que debemos tener en cuenta a la hora de cocinar los huesillos extremeños, es la importancia del punto de fritura. Para conseguir un exterior dorado y crujiente y el interior y un interior bien cocinado, debemos freír los canutillos de masa a temperatura media, sin pasarnos de calor.
Si os apetece poneros manos a la obra en la cocina con un dulce rápido, fácil de preparar y muy sabroso, los huesillos extremeños serán un acierto seguro.
HUESILLOS EXTREMEÑOS
Postre propio de la fecha de Todos los Santos. Dulce tradicional parecido a las rosquillas que podemos disfrutar, ya sea en Extremadura donde es es un clásico, o en cada una de nuestras casas de forma sencilla. Bocado sabroso y dulce que querremos preparar durante todo el año.
500 g. harina
125 g. azúcar
2 ud. huevos M
100 ml. aceite de oliva
100 ml. leche entera
8 g. levadura
1 ud. limón
1 cdita. anís molido
1 ud. naranja
aceite para freír
azúcar para decorar
Freímos una tira de piel de naranja y otra de limón en el aceite de oliva. cocinamos durante 2 o 3 minutos y retiramos del fuego. Dejamos que se enfríe el aceite antes de colar y utilizar el aceite.
En un bol batimos huevos, aceite aromatizado, leche, azúcar y anís. Añadimos la harina, la levadura y la ralladura de limón y comenzamos a integrar los ingredientes.
Vertemos la mezcla sobre una superficie de trabajo y amasamos hasta conseguir una masa homogénea.
Calentamos una buena cantidad de aceite para freír. Con las manos engrasadas, para facilitar el trabajo, formamos pequeñas porciones de unos 25 g. a las que daremos forma de cilindro.
Con el aceite caliente vamos introduciendo los cilindros de masa y los freímos a temperatura media.
Cuando los huesillos estén fritos, los retiramos de la fritura y los dejamos unos minutos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Rebozamos los huesillos en azúcar y servimos.