Llevaba mucho tiempo queriendo hacer este postre desde que se lo vi hacer a Amaury Guichon en IG. Veía el vídeo y me quedaba embobada. Claro que a mí no me sale con tanta soltura y gracia pero creo que sinceramente, ha quedado bastante bien. Es un huevo de Pascua con sorpresa, un trampantojo.
Algo parecido he querido hacer también en honor a Mey Hofmann, la chef con 1 estrella Michelín creadora de la Escuela, restaurante, taberna y pastelería Hofmann. Desde que lo vi en la Pastisseria Hofmann del barrio del Born en Barcelona pensé en hacerlo. Si vais a Barcelona os la recomiendo encarecidamente, es un lujo de sitio de productos y de puesta en escena de sus postres.
Bueno pues la creación que hoy os traigo es un homenaje a esas Monas de Pascua tan típicas de Cataluña que son verdaderas esculturas y obras de arte de chocolate.
La cáscara del huevo está hecha con chocolate blanco atemperado vertido sobre las cavidades de un molde de silicona con forma de medio huevo de Silikomart. Con la ayuda de un poco de alcohol alimentario, un poco de tinte alimentario negro y un cepillo de dientes cree el efecto de las motas de la superficie del huevo. Primero lo hice en el molde antes de verter el chocolate pero puse pocas y luego una vez formado el huevo le añadí más.
El interior del huevo que imita la clara es un cremoso de vainilla y la yema tiene dos partes, una esfera exterior con puré de mango gelatinizado y el interior con trozos de pulpa de mango también gelatinizada. Para hacer la yema usé el molde de cakepops de Kitchen Craft que ya utilicé para hacer las Bolas de Dragón de la Tarta de Son Goku.
La receta original del interior del huevo la podéis encontrar aquí.
La receta original utiliza pulpa de mango y añade azúcar, yo he utilizado mango en almíbar así que no he añadido azúcar extra. Al triturarlo y verterlo veréis que queda alguna hebra, es normal, el mango tiene hebras. En el caso de la compota de mango del interior de la esfera sólo añadí un poco de glucosa, obvié de nuevo el azúcar. La receta original utiliza pectina pero es difícil de conseguir y cara, se puede hacer casera pero es laborioso. Opté por utilizar agar-agar que también gelatiniza, es barato, viene en prácticos sobres y se puede encontrar la marca Vahiné en supermercados. Según la receta el cremoso de vainilla hay que dejarlo enfriar en la nevera durante 5h. Pero si queréis que la superficie quede más lisa al rellenar las mitades de huevo de chocolate yo sólo esperaría a que se enfriara a temperatura ambiente y lo colocaría directamente en las mitades de huevo. Después añadís las semiesferas y a la nevera. A continuación os dejo el paso a paso. Si queréis ver el vídeo del corte del huevo pasaros por mi cuenta de Instagram, está en destacados.
Huevos de Pascua con sorpresa
INGREDIENTES:
Cáscara de huevo
– 400 g de chocolate blanco cobertura
– 1/2 cucharadita o TSP de alcohol alimentario
– Una pizca de colorante negro en pasta o gel
Semi-esfera de mango
– 100 g de puré de mango en almíbar
– 1 ó 2 cucharaditas o TSP del almíbar del mango
– 2 g de Agar-agar (1 sobre de Vahiné)
Interior de las esferas
– 100 g de mango en almíbar cortado en trozos pequeños
– 10 g de glucosa (en su defecto sirope de maíz, Kyro)
– 1 ó 2 cucharaditas o TSP del almíbar del mango
– 2 g de Agar-agar (1 sobre de Vahiné)
Cremoso de vainilla
– 170 g de chocolate blanco derretido (usaremos el que sobró de las cáscaras)
– 10 g de glucosa
– 115 g de leche entera
– 2 hojas de gelatina hidratadas en agua fría
– 20 g de agua
– 200 g de nata (crema de leche) líquida 35,1% de materia grasa
Nidos de Buttercream de chocolate intenso
– 55 g de mantequilla sin sal
– 210 g de icing sugar
– 40 g de cacao puro en polvo sin azúcar de Valor
– 50 ml de leche semidesnatada
Derretir el chocolate y atemperar. Después verter sobre el molde de silicona totalmente limpio y seco. Es necesario llenar del todo las cavidades para repartir de manera homogénea, luego vaciar una parte sobre un bol grande para rescatar el sobrante. Después colocar boca abajo para que el chocolate se reparta bien por los bordes sin que se acumule en el centro. Dejar unos minutos y refrigerar al menos 30 minutos. Repetir de nuevo la operación para que no quede una capa demasiado fina y frágil.
Mientras se refrigera la segunda capa preparamos las esferas de mango. Trituramos la pulpa del mango en almíbar escurrido y calentamos en un cazo hasta que alcance los 40ºC. Calentamos la TSP de almíbar y disolvemos en ella 1 sobre de 2 g de agar-agar y lo añadimos al puré de mango a 40ºC. Dejamos que la mezcla hierva durante 30 segundos y luego vertemos en moldes esféricos. Reservamos en la nevera y preparamos la compota del interior de las semiesferas. Cortamos el mango en almíbar escurrido, en trocitos pequeños. Disolvemos el agar-agar en la TSP de almíbar un poco caliente y mezclamos, lo añadimos a la macedonia de mango y calentamos un poco en un cazo. A continuación añadimos la glucosa y mezclamos. Con esta mezcla rellenamos las semi-esferas y refrigeramos.
Mientras se gelatinizan las semiesferas preparamos el cremoso de vainilla. Hervir la leche e infusiones con vainilla. Agregar las hojas de gelatina hidratadas y escurridas y la glucosa. Añadir al chocolate derretido. Incorporar la nata (crema de leche) líquida y triturar. Cuando se enfríe verter sobre las cáscaras de huevo de chocolate, añadir las semi-esferas de mango. La preparación debe llegar al borde de las cáscaras de huevo, sin rebosar para poder luego cerrarlo y sin aquedaros cortos para que quede bonito al corte. Luego refrigerar (yo los dejé toda una noche en la nevera). Después pegad los bordes de los huevos con la ayuda de un poco de chocolate blanco derretido y afinad los bordes. Colocad sobre nidos de chocolate, podéis utilizar la boquilla césped para imitarlos, el buttercream queda espeso para que no pierda la forma.
Para ver cómo se preparan los nidos de los huevos clica aquí.
Si queréis con la mousse y las semi-esferas que os sobran podéis rellenar unas hueveras y hacer unos divertidos “huevos pasados por agua”.
Como veis me quedé un poco corta con el moteado así que luego le añadí más motitas.
El tamaño de los huevos es el de los de oca, y la “yema” vendría a ser de tamaño natural
Otra opción es hacer “huevos pasados por agua”.
Quedan de lo más vistosos.
Y apetecibles. Mmmmmmmm. ¿Os animáis a prepararlos?
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