Ya estamos a nada de la Semana Santa, hay que ver como pasa el tiempo!!! A mi, si no fuera por los dos días festivos que tenemos aquí, ni me van ni me vienen.
Tampoco suelo hacer dulces tradicionales de estas fechas. El año pasado hice unas torrijas "con sabor a donuts"; llevaba muchos años sin comerlas, pero aunque están muy ricas no me las pide el cuerpo. A bien de engordar prefiero hacerlo con alguna de mis debilidades!!!
Lo que si me gusta hacer son galletas para mis sobrinas o alguna otra cosa más "artística" como estos huevos sorpresa que preparé este año.
No son para nada difíciles, pero como todo lo que conlleva trabajar con chocolate si son un poco laboriosos. La paciencia y el cariño son los ingredientes principales.
Se me ocurrió la "brillante" idea de preparar unos macarons de limón, convertirlos en pollitos y meterlos dentro de los huevos. Quedan muy simpáticos y seguro que nadie se esperará que dentro del huevo esté un delicioso macaron.
A mi también me valió para sorprender a Juan que hace nada le murieron unos pollitos y así le sacaba una sonrisita aunque no reemplazara a los originales.
En los huevos pequeños no me cogían los macarons y los rellené de gominolas que llenarán de alegría a mis sobrinas. Lacasitos, conguitos... cualquier cosa les gustará!!!
No pongo cantidades de chocolate porque dependerá de las cantidades de huevos que hagáis y el tamaño de los moldes.
INGREDIENTES:
chocolate con leche
chocolate blanco
gominolas
macarons de limón
muselina de limón para el relleno (u otro a vuestra elección)
PREPARACIÓN:
Derretir los chocolates al baño maría. Manchar con el chocolate escogido el fondo de los moldes para hacer algún dibujo si se desea. Los míos están hechos a lo rústico, sin pararse, simplemente hice algún punto y líneas con el mango de una cuchara. El resultado imperfecto me encantó.
Verter por encima de los garabatos el chocolate escogido para nuestro huevo, retirando el exceso. Dejarlo unos minutos en el congelador para que endurezca y desmoldar con cuidado. (Me quedaba poco chocolate blanco y lo mezclé con el chocolate con leche. Me gustó el resultado, el que no está dibujado casi parece un huevo de verdad!!!)
Los macarons los hice con merengue italiano, en este pdf podéis ver la receta. Añadí un poco de ralladura de limón a las conchas y los rellené con muselina de limón. (La receta próximamente). Para pintarlos de pollito utilicé colorantes comestibles. Tan sencillos y tan monos!!!
Rellenamos nuestros huevos con los pollitos o gominolas y calentamos con un soplete o mechero de cocina uno de los bordes de la cáscara de chocolate. Con cuidado lo pegamos con la otra mitad del cascarón.
Dejamos que sellen y los metemos en una cesta, caja o bolsitas para regalar a quien deseemos.
Corre, corre, que te pillo... y te como!!!