Ingredientes:
- 3 patatas medianas.
- 2 huevos.
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- Media cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es pelar las patatas, ya que va a ser lo que más se tarde en cocinar. Las pelamos tipo panadera para que el plato os quede más vistoso. Ahora echamos un gran chorro de aceite en la sartén y cuando veamos que está caliente comenzamos a freír las patatas, que estarán ya saladas. Mientras tanto vamos cortando la cebolla en juliana y cuando la tengamos la añadimos a la sartén para que se empiece a pocharse con las patatas.
Pasados unos 25 minutos, cuando veáis que las patatas están bien cocinadas, apagáis el fuego y escurrís bien las patatas y las colocáis en un plato, daros cuenta que si no escurrís las patatas se os puede quedar el plato demasiado aceitoso. Por supuesto, el aceite que habéis empleado para las patatas no lo tiréis ya que os puede servir para multitud de platos. El siguiente paso es pelar y cortar los ajos en trozos muy pequeños, en otra sartén los ponéis a dorar con un poco de aceite, cuando veáis que ya están dorados añadís la angulas sucedáneas y lo rehogáis todo durante un par de minutos.
Lo último que tenéis que cocinar son los huevos, se supone que los huevos los ponéis a hacer en una sartén y cuando estén casi fritos le añadís las patatas y la cebolla y de ahí el nombre de huevos rotos, pero a mí personalmente me gusta más freírlos en la sartén y añadírselos al plato, eso sí que no os queden muy pasado, si no con suficiente yema para luego poder romperlos en el plato. Ahora ya sólo queda montar el plato, ponéis una base de patata con cebolla, luego las angulas sucedáneas y por último los huevos rotos, los rompéis justo antes de comer y revolvéis todo, ya veréis que bocado más exquisito.
Tiempo de preparación: 45 minutos.
Gasto: 3 euros
Raciones: 2 personas.
Dificultad: Muy fácil.