Ingredientes:
- 3 patatas medianas.
- 2 huevos.
- 1 cebolla pequeña.
- Medio pimiento rojo.
-
- 1 diente de ajo.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es pelar, cortar y salar las patatas, yo las hago un poco más gordas que cuando voy a cocinar tortilla de patata, pero vosotros las podéis hacer como más os guste. En una sartén colocamos el aceite y comenzamos a freír las patatas, en función de cómo las hayáis cortado tardaréis más o menos, el punto de las patatas como más os guste las podéis dejar más blandas y serán más fáciles de mezclar con el resto de los ingredientes o duritas y doraditas como a mí me gustan.
En otra sartén echamos un chorro de aceite, cortamos el pimiento y la cebolla en trozos pequeños y lo ponemos a pochar a fuego medio. Una vez que la cebolla está transparente y el pimiento cocinado se le añade el bacalao desalado. No os olvidéis que para desalar el bacalao lo habéis tenido que tener las 48 horas antes en agua y habérsela cambiado unas cuatro veces.
Cuando las patatas ya están fritas y el refrito cocinado nos ponemos con el huevo. Hay gente que lo echa en la sartén con las patatas y lo rompe en ella, pero a mi personalmente me gusta más hacer el huevo frito por otro lado y mezclarlo en el plato en el que se sirve. En este caso como soy una amante del ajo y no lo había añadido al sofrito decidí ponerlo en la sartén donde iba a freír el huevo para darle al aceite un gusto a ajo. Ya sabéis freír un huevo, cuando el aceite esté bien caliente lo añadís y le vais echando aceite por encima para que se quede bien cuajado.
Ahora sólo queda emplatar. Se pone una base de patatas fritas, el sofrito de pimiento, cebolla y bacalao por encima y se corona el plato con el huevo frito. Se rompe la yema y ya tenemos unos ricos huevos rotos con el pescado que se lleva en este época del año.
Tiempo de preparación: 35 minutos.
Gasto: 3 euros.
Raciones: 2 raciones.
Dificultad: Fácil.