Muchos pensaréis, ¿otro viaje gastronómico? ¡con la de buena cocina que tenemos cerca de casa! Y no os vamos a engañar, sí, cerca de casa tenemos una cocina y una gastronomía que nos encanta por rica, sana y, sobre todo, variada y porque negarlo, envidiable.
Con todo, para nosotros es un auténtico placer viajar y descubrir nuevos lugares, nuevos rincones y nuevos mundos, aunque no nos quedamos ahí porque cuando viajamos nos encanta también descubrir la cultura gastronómica del lugar, sus sabores y sus aromas.
En este sentido, uno de los viajes que más nos marcó y cautivó fue uno que hicimos hace un tiempo a Turquía, un país donde descubrimos una gastronomía mediterránea marcada por el uso generalizado de las verduras, los lácteos, las carnes y, sobre todo, las especias con las que se crean platos sencillos con eso sí, una gran cantidad de ingredientes.
Hoy en este pequeño rincón os traemos una receta realmente especial, aunque como nuestra paella, creemos que hay tantas versiones de ella, como turcos por el mundo, se trata de unos “Huevos turcos (o çilbir)”.
Para hacer dos raciones de “huevos turcos (o çilbir)” necesitaremos los siguientes ingredientes:
4 huevos medianos
200 g de yogur griego
2 dientes de ajo
2 ramas de menta fresca
30 g de mantequilla
2 g de comino en polvo
2 g de pimentón dulce
4 guindillas secas picadas
Tomillo
Perejil
Aceite de Oliva
Aunque veáis muchos ingredientes, muy pronto veréis que se trata de una receta tan sencilla como sabrosa y olorosa. Para hacerla, empezaremos preparando tres salsas, una salsa de yogur, una de mantequilla y una especie de chimichurri.
Para la salsa de yogur, cogeremos un bol pequeño y pondremos en él el yogur, lavaremos y picaremos bien la mitad de las hojas de menta y las añadiremos al yogur. A este, también le añadiremos un diente de ahora bien rallado, salpimentaremos al gusto y reservaremos en la nevera.
Para la siguiente salsa, derretiremos la mantequilla (cuidado, no debe hervir). Una vez hecho, añadiremos el comino, el pimentón dulce y dos guindillas bien picadas. Mezclaremos todo y reservaremos.
Para la última salsa, pondremos en un mortero: un ajo rallado, dos guindillas, las hojas de menta que nos queden (picadas también), un poco de perejil y tomillo y picaremos bien. Una vez hecho, añadiremos 60 ml de aceite de oliva, un chorrito de vinagre y salpimentaremos a gusto. Finalmente, mezclaremos e integraremos todo bien.
Y después de las salsas, toca cocinar un poco. Para ello cogeremos una olla con agua y le añadiremos un buen chorretón de vinagre, la pondremos a hervir. Cuando hierva, con una cuchara empezaremos a dar vueltas formando un pequeño remolino, cuando lo tengamos incorporaremos uno de los huevos y dejaremos que se cocine hasta que esté un poco cuajado. Llegado ese momento, lo sacaremos con una espumadera y reservaremos para que escurra. Repetiremos este paso con todos los huevos.
Finalmente, procederemos a montar el plato, para ello, extenderemos en la base del mismo, la mitad del yogur. Una vez hecho, pondremos los dos huevos y aliñaremos con la mitad de la salsa de mantequilla y nuestro chimichurri.
Una sabrosa y aromática ración de "huevos turcos"
Y ya solo queda hacerse con una rebanada de buen pan y disfrutar de una combinación de sabores y aromas sin igual.
¡Buen provecho!