Buenos días! Hoy toca pan y además un pan hiper-mega-requete-fácil. No os podéis negar a hacerlo porque hasta el mas patoso entre fogones sería capaz. Y es que se trata de un pan un tanto especial porque ni lleva tiempos de levado, no hay que dejarse los brazos en amasar y además se hace con levadura ROYAL!!!! Sí, sí, como lo
La receta se la vi a mi amiga Vero y no dudé en copiarsela. ¿Quién no quiere comer un pan recién hecho en menos de 1 hora (tiempo total entre preparación y horneado)? Según cuentan, este pan lo preparaban las mujeres irlandesas cuando se presentaban invitados de improvisto para poder ofrecerles algo de comer porque se prepara en un voleo. La original se hace con bicarbonato y suero de leche, la cual prepararemos otro día pero como yo le he cogido prestada a Vero esta receta, es la que vamos a preparar.Es un pan con un sabor extraño, que no malo. No es el típico pan al que estamos acostumbrados. Al llevar miel saca un saborcito dulce que bien valdría para las tostadas del desayuno o la cena pero no para acompañar un buen filete, o sí, quien sabe, sólo es cuestión de probar, ¿no? Pues venga, vamos ya con la receta y me contáis que os parece. Necesitamos:
245 g harina integral
55 g harina normal
50 g harina fuerza
35 g miel
7 g sal
3 c/p levadura tipo Royal
280 ml agua
Ponemos todos los ingredientes en un bol y mezclamos con una cuchara de madera o una espátula. Nos tiene que quedar una especie de masa pegajosa, de aspecto mas que cuestionable.... Engrasamos y enharinamos el molde donde lo vayamos a hacer (que no sea demasiado grande porque sale un pan pequeñito). Ponemos la masa en el molde, espolvoreamos harina por encima y llevamos al horno precalentado a 220º durante 40-45 minutos.
Una vez cocido, dejamos enfriar sobre una rejilla antes de consumirlo. Creo que es el pan no-pan más fácil de la historia, y no tenéis excusas para no probarlo.