Hoy acaba el año, este 2016 que ha dado para mucho, en el que han pasado cosas, buenas, malas, de todos los colores, pero que, al fin y al cabo, nos ha llevado donde estamos ahora. No me voy a poner filosófica, y es que el motivo de que hoy haya receta no es el fin de año, sino el fin de mes.
¿Y qué pasa cada fin de mes? Pues que un grupo de aficionados a la cocina nos reunimos virtualmente, en nuestro Juego de Blogueros, alrededor de un ingrediente para darle mil formas en nuestras cocinas.
Y este mes, por segunda vez en este juego, tenemos al aguacate como protagonista. Y otra vez me sentí bastante perdida con él a la hora de utilizarlo.
Así que después de muchas vueltas y totalmente despistada al principio, pensé en hacer un aperitivo, algo ligerito para la comida de Año Nuevo. Y dando saltos de una idea tras otra, recordé que una receta que he visto muchas veces es una crema de aguacate y lechuga. Aunque antes de contaros nada más, paso a dejaros la lista del resto de jugadores de este mes:
Elvira, Así se come en Granada
Carabiru, Birulicioso
Fran, Cocinar y a Comer
Fe, Código Secreto 280
Inma, Entre 3 Fogones
Raxel, Home & Run
Cristina, DeKooking
Leila, La Nueva Cocina de Leila
Antxon, Muslo y Pechuga
Noelia, Noestevez’Blog
Maribel, Picoteando Ideas
Taty, Planetaty
Neus, Roro Sacabolas
Maryjose, Tapitas y Postres
Silvia A., Unapizcadena
Pues os sigo contando. Una receta que he visto varias veces es esa crema de aguacate y lechuga. Me llamó la atención de ella que parecía bien ligerita, a pesar de contar con el aguacate como ingrediente principal. Pero algo de las recetas que había visto no me acababa de gustar, y era que usaban nata (crema de leche) para su preparación (no todas, pero la mayoría sí). Me daba la impresión que cualquier tipo de ligereza en el resultado iba a desaparecer bajo los 200 ml de nata (crema de leche) que había que añadirle. Así que pensé en hacer, para variar, mi propia versión olvidándome de libros y revistas y usando mi paladar para decidir si iba bien encaminada o no.
Bueno, estoy contenta con el resultado. La crema resulta fresca y con sabores claros, sin enmascararse, y de textura clara, para beberla de un par de tragos. Y creo que el toque de la gamba le queda estupendo para un chupito de aperitivo. Y además, tremendamente fácil y rápida de preparar. Espero que os guste si os animáis con ella.
¿Vamos allá?
Todos los ingredientes están con peso en lugar de volumen porque lo fui pesando todo en la jarra del robot de cocina.
Ingredientes para unos 12 chupitos (aprox.):
1 aguacate pequeño o 1/2 grande (los que compré eran enormes)
75 gr de lechuga tierna, en este caso, iceberg
25 gr de leche de coco
15 gr de vino blanco
200 ml de caldo de pollo
un chorrito de aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
1/2 cucharada de zumo de limón
Para las gambas:
12 gambones
2 cucharaditas de zumo de limón
4 cucharaditas de leche de coco
1/2 cucharadita de pasta de curry rojo (al gusto si queréis más o menos picante)
2 cucharaditas de aceite de oliva
Y para decorar:
pimientitos dulces picaditos bien pequeños
Tiempo de preparación: 15 minutos
Preparación de la crema en batidora o Monsieur Cuisine:
1.- Abrimos el aguacate por la mitad, le quitamos el hueso y lo separamos de la piel con la ayuda de una cuchara.
2.-En el vaso del robot colocamos el aguacate, la lechuga y la leche de coco. Trituramos 15 segundos velocidad 7 sin temperatura.
3.- Añadimos el resto de ingredientes y trituramos 10 segundos velocidad 6 sin temperatura.
4.- Si vais a tardar en servirlo, colocadlo en un recipiente hermético sin metal y reservadlo en la nevera hasta el momento de la presentación. Si no, si tenéis los ingredientes fríos de nevera antes de la preparación, no os hará falta.
Preparación de las gambas (nos ponemos con ellas antes que con la crema):
1.- Pelamos las gambas, les quitamos el intestino y nos guardamos las cabezas y las cáscaras para alguna preparación o un fondo (o para un arroz caldoso de gambas).
2.- Preparamos una mezcla con los ingredientes del marinado: leche de coco, aceite, zumo de limón y pasta de curry. Probadla y mirad si la queréis más picante. Así tendrá un puntito nada más.
3.- Ponemos a marinar las gambas en esa mezcla, si podemos, con más tiempo, pero si no, con el tiempo de la preparación de la crema nos bastará. Ponemos también las brochetas que vamos a usar para las gambas a remojo en agua (con esto evitaremos que se nos quemen en la sartén y queden con su color intacto).
4.- Para este paso esperamos a después de tener la crema preparada. Ponemos una sartén a fuego medio con unas gotitas de aceite. Mientras, vamos ensartando las gambas en las brochetas (que hemos secado un poco antes con un papel de cocina). Cuando la sartén esté caliente (sin que llegue a humear), colocamos las gambas y las cocinamos un par de minutos por cada lado (como mucho) hasta que no se vean translúcidas.
5.- Las serviremos inmediatamente con la crema, que habremos repartido en los vasitos y acabaremos con una pizca de los pimientitos picados.
Sugerencia:
Este plato os lo presento como aperitivo, pero creo que puede ser una buena opción en más cantidad para una cenita de verano.
Como siempre, deseo que os guste la receta si os animáis. Y aprovecho para desearos una muy feliz entrada de año. Que este 2017 sea maravilloso. ¡Ah! Y…
¡Que aproveche!