El escabeche, según la definición de la RAE, es una salsa o adobo que se hace con aceite frito, vino o vinagre, hojas de laurel y otros ingredientes, para conservar y hacer sabrosos los pescados y otros alimentos. Podemos mantener el pescado escabechado durante varios días en la nevera (recomendable no superar la semana) ya que la acidez del vinagre impide su putrefacción. En España, es habitual que el escabeche también lleve pimentón, que actuaría como un fungicida natural.
El jurel, también conocido como chicharro o chincho, se considera como un pescado azul debido a la cantidad de grasa que posee. En concreto, 100 gr de porción comestible aportan casi 7 gr de grasa rica en omega-3. Además posee proteínas de alto valor biológico e interesantes cantidades de vitaminas y minerales. En una dieta equilibrada se recomienda el consumo de pescado unas tres veces por semana, incluyendo pescado blanco y azul.
INGREDIENTES:
1 kg de jurelitos
3 dientes de ajo
2 hojas de laurel seco
1 cucharadita de pimentón dulce
aceite de oliva
harina
1 vaso de vinagre blanco
sal
ELABORACIÓN:
1. Lo primero será limpiar los jureles, para ello les quitamos la tripa y los lavamos bien. Si queréis también podéis quitar la cabeza, a mí me gusta dejársela.
2. Escurrimos los jurelitos y los salamos. Luego los pasamos por harina para que al freir no salte el aceite.
3. Ponemos al fuego una sartén amplia con abundante aceite y freímos todo el pescado, lo haremos por tandas dejando espacio suficiente entre ellos. Conforme vayan saliendo los jurelitos de la sartén los vamos colocando en un recipiente hondo.
4. Una vez que hayamos terminado de freír, en la misma sartén y en el mismo aceite doramos los tres dientes de ajo ligeramente esmagados y con piel. Añadimos las hojas de laurel y retiramos del fuego, en este momento echamos el pimentón y removemos bien para que se integre. Llevamos de nuevo al fuego e incorporamos inmediatamente el vinagre, dejamos aproximadamente medio minuto y retiramos del fogón.
5. Vertemos todo el escabeche sobre los jurelitos fritos procurando que queden bien impregnados. Se pueden tomar recién hechos, pero fríos están buenísimos y al día siguiente habrán cogido más sabor.
¡Buen provecho!
Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de Facebook , en Twitter, en Google +, Pinterest e Instagram.