Empezamos la semana de una forma dulce con una receta austriaca que está
La historia dice que su origen está en una noche en la que el emperador austriaco Franz Joseph I ( "el marido de Sisi") pidió a su cocinero un postre (se ve que tenía insomnio o algo así jajaja) y el cocinero, con lo que tenía en ese momento a mano hizo un plato sencillo y rápido basado en la leche. Dicen que el cocinero lo bautizó como KäserSchmarn pero el emperador desplazó el nombre, en un acto de egocentrismo, hacía Kaiser y no Käser y, de ahí le ha quedado el nombre.
A partir de este hecho, el postre se extendió por todo el imperio y con una misma base podemos encontrar varias recetas, la primera la bechamelomelette que es la base de la kaiseromelette y, por otro lado la kaiserschmarren que, es la versión desmenuzada de la kaiseromelette lo cual es estupendo, porque si se nos rompe una tortilla tenemos la excusa perfecta, íbamos a preparar Kaiserschmarren!!!
Egocéntrico del emperador aparte, la realidad es que es un postre delicioso y aunque es un dulce bien puede pasar por una comida porque llena mucho, es un plato súper contundente.
Ingredientes
-50 gr de mantequilla
- 50 gr de harina
- 375 ml de leche
- 4 huevos
- 30 gr de azúcar
- Mermelada de albaricoque
- Azúcar glas
- Sal
- Mantequilla (para la sartén)
- Opcional : podéis añadir frutos secos al gusto
Preparación
En un cazo ponemos a calentar la mantequilla y cuando esté derretida añadimos la harina. Removemos con una cuchara de madera dejando tostar la harina pero con cuidado de que no se queme.
Añadimos la leche, una pizca de sal y dejamos cocer, sin dejar de remover con ayuda de unas varillas de mano, hasta que la bechamel se despegue bien de las paredes del cazo.
Cuando la bechamel haya enfriado, incorporamos las yemas de huevo y mezclamos bien para obtener una masa lisa. Reservamos.
Por otro lado, batimos las claras y el azúcar hasta tenerlas a punto de nieve cremoso.
Añadimos, poco a poco, las claras montadas, a la bechamel que teníamos reservada y, mezclamos con movimientos envolventes.
En una sartén pequeña calentamos una nuez de mantequilla y vertemos la cuarta parte de la masa. Freímos a fuego medio, damos la vuelta a la tortilla y dejamos que termine de cocinarse. Repetimos la acción con el resto de la masa hasta agotarla.
Tenemos ya las Bechamelomelette preparadas.
Untamos la mitad de cada tortilla con mermelada de albaricoque y doblamos la tortilla sobre si misma.
Espolvoreamos con el azúcar glas y...¡¡recordad!! que si se os rompe una tortilla la recortáis en trozos irregulares pequeños, espolvoreáis con azúcar glas, un poquito de mermelada de albaricoque y, tendréis la Kaiserschamarren y que os digan que se os ha roto, no no no!! .... a disfrutar!!