Como ya sabéis de vez en cuando saco mi vena artística. Es curioso que durante muchos años haya “olvidado” esta capacidad que tenía para dibujar y pintar. Pues gracias a los cursos online de la plataforma La Tallerería, redescubrí mis capacidades. La vida es larga y he descubierto con la edad que puedo ser capaz de hacer cualquier cosa que me proponga. Y como le prometí al pintor José Roca no dejaré de pintar, aunque sea de vez en cuando, en papel, en lienzo o en este caso, en galleta. En este enlace podéis aprender a pasar un dibujo de manera sencilla a vuestra galleta o fondant. Esta y muchas otras maravillas os explicará y enseñará en su curso. Con una buena receta de galleta de mantequilla para decorar y un buen glaseado podemos tener un lienzo inesperado que además de para dar rienda suelta a nuestra imaginación nos permite comérnosla.
Creo que lo que más me gusta de este blog es que puedo hacer recetas sencillas, de andar por casa, repostería creativa y sacar mi lado artístico, o crear pasteles dignos del escaparate de una pastelería parisina. Y todo desde la pequeña cocina de mi casa, mientras mis hijas hacen los deberes o juegan y yo me tomo un ratito para esta afición que tantas satisfacciones me da.
Salvando las distancias, creo que al Sr. Vincent Willem van Gogh le gustaría mi galleta. En el curso, uno de los ejercicios que podíamos hacer era Los Girasoles. No me dio tiempo a hacerlo y se quedó en el tintero. Como el impresionismo es el estilo con el que más me identifico y más me gusta lo dejé como pendiente. El fin de semana mi hija Lucía tenía que hacer un trabajo de Vincent van Gogh así que se le ocurrió que pintara una galleta para su clase. Pues ya sabéis que con cualquier excusa me pongo a “repostear”. En tres días, a ratitos, he hecho este cuadro-galleta de uno de mis lienzos favoritos: “La noche estrellada” de Vincent van Gogh. Actualmente en el MoMA de Nueva York, aunque una lámina idéntica estuvo colgada durante años en una pared de mi comedor. Estaba predestinada a reproducirla.
El impresionismo es cómo veía yo la realidad cuando era miope. Éso cuando me quitaba las gafas, y antes de operarme con láser, después de llevar gafas durante 18 años. Como decía Mecano en una canción “sin forma definida”, a pinceladas, en este caso diría yo, sin bordes definidos. Pues ahí os dejo mi pequeña obra de arte comestible. Espero que os guste.
Con la técnica del puntillismo y luego pincelada tras pincelada, como un lienzo.
Si además lo colocamos en un caballete parece un cuadro de verdad ¿no?
Orgullosa de mi galleta, ea. Seguramente un estudioso en arte le sacaría muchas pegas pero a mí me parece que ha quedado bastante bien para ser mi primer van Gogh.
Como veis para ser galleta es bastante grande.
Pues la galleta va directa a la clase de 4º de primaria de mi hija.
Una bonita caja con ventana para poderla ver desde fuera.
Salvando las distancias con el original, no está nada mal.
¡Qué mejor modelo para mi galleta que el propio cuadro! Aunque sea en lámina de un libro de arte.
¿Sabías que Vincent van Gogh pintó este cuadro mientras estaba internado en un hospital psiquiátrico?
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