Hoy os descubro un nuevo restaurante llamado La Parrilla. Ubicado en un lugar privilegiado en Burgos, es conocido en la ciudad como una brasería que sirve tanto en barra como en mesa. Sus pinchos y platos pueden ser de pescado o de carne. ¿Queréis saber más de este sitio? Pues continuad leyendo.
Cuando os digo que está en un lugar privilegiado es porque se encuentra en pleno centro, justo al lado de la catedral. Forma parte de una especie de dueto “restaurentil”. Obviamente esa palabra no existe, pero me viene muy bien para definiros y explicaros que pertenece a un grupo gastronómico llamado Royal. El mismo está compuesto por una tapería y una brasería. Esta última es la protagonista de mi nueva reseña gastronómica.
Normalmente, cuando se acude a este restaurante lo que suele ser más famoso son las carnes. Además, es lo más típico de comer en la tierra del Cid. Sin embargo, nosotros optamos por cambiar un poco. Digo nosotros porque acudí con mi novio, el cual ya tiene el cielo ganado conmigo. Ya que cada vez que salimos a comer, siempre ando haciendo fotos y no le dejo que toque la comida hasta entonces. En realidad lo tienen ganado él, mi familia y mis amigos. Lo sé, soy muy pesada chicos, pero si no hago fotos, siento que pierdo una oportunidad de contar algo nuevo a mis receteros.
La Parrilla está decorada de forma moderna y posee tanto terraza, barra como comedor interno. En barra se suele comer de pinchos del día y en la terraza y comedor más de carta. Yo opté por la carta, ya que los pinchos me gustan más por la noche. Aun así, os recomiendo que vayáis de pinchos, ya que tienen mucha variedad.
Nada más sentarnos, mientras escogíamos nuestros platos, nos pusieron como entrante unos bocados de jamón serrano. Un detalle que se agradece, la verdad. Para probar las dos vertientes de comida que ofrece, mi fiel acompañante optó por carne y yo por pescado. La clásica hamburguesa de buey para él y para mí, colas de cigalas. La comida estaba muy rica. El sabor de la hamburguesa deliciosa y las cigalas estaban muy sabrosas, pero os aconsejo que no las cojáis para una persona sola, pues es mucha cantidad y os cansará.
No tengo queja de la comida, la verdad. Sin embargo, debo admitir que prefiero La Parrilla para pinchos, más que para sentarme y comer tranquilamente. Quizás es porque estoy acostumbrada a ese tipo de planes, pero siempre es bueno probar cosas distintas.
Comida
Servicio
Presentación
Emplazamiento
Promedio
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