Esta receta me ha sacado de más de un apuro, porque cuando las hago, las hago en cantidades industriales, y las congelo, así puedo tirar del congelador cuando tengo un imprevisto.
Son perfectas para la playa, el campo, montaña, lo que se os ocurra, porque están buenas tanto calientes como frías, son una delicia.
Vamos con el acompañamiento, las salsas, que en mi casa nunca falta un surtidito de salsas. Pero si queréis triunfar, os aconsejo un poco de mayonesa con una pizca de mostaza y un poco de miel, veréis qué delicia.
Y no me enrollo más, que hay que ir al grano......
Ingredientes:
Pechuga de pollo
Ajo en polvo
sal
Harina (de freir, mejor, pero no es indispensable)
Huevos
Pan rallado grueso
1. - Troceamos las pechugas en tiras gruesas y alargadas. Les echamos sal, ajo en polvo y las removemos bien.
2. - Las pasamos por harina, que queden bien impregnadas por todas partes y las pasamos al huevo, que habremos batido.
3. - Las vamos pasando por pan rallado, removiendo el recipiente, no hace falta ni tocarlas con las manos, un par de meneos que las cubran bien y vamos dejándolas preparadas.
4. - Freímos en aceite caliente y cuando estén doradas, las sacamos y dejamos escurrir sobre papel absorbente y servimos acompañados de salsitas varias.
Perfectas para todos!!!!
Os apetecen?????