Las personas son lo que comen o, al menos, se podría decir que el organismo tiene un comportamiento según los alimentos que se ingieren. La salud se refuerza o se debilita de forma directamente proporcional a lo que se come, una regla que es reconocida por los expertos de la salud y cada vez más por la población en general.
En la búsqueda de un estado saludable mediante lo que se ingiere, hay que tener en cuenta que lo que es válido para algunos, no lo es tanto para otros. Los beneficios de ciertas comidas serán más positivos según el tipo de actividad que se tenga, el propio organismo de cada cual, cómo este recibe y procesa los alimentos, la edad, el sexo y una serie de valores que hay que conocer y medir. Pero, en cualquier caso y como norma general, existen productos alimenticios y combinaciones de ellos en dietas que son saludables para la mayoría de las personas.
Dietas recomendadas por los nutricionistas
Existe una enorme cantidad de dietas, algunas que usan productos locales únicamente y otras destinadas a combatir enfermedades, unas sabrosas y otras aburridas, unas para adelgazar y otras para ganar peso. El comensal que busca una dieta saludable que le sirva para sentirse sano, ganar energía y que su organismo se mantenga equilibrado en cuestión de nutrientes, puede perderse a la hora de localizar la más conveniente.
En el listado que se va a ofrecer a continuación, se encuentran una serie de dietas consideradas las más saludables por los nutricionistas que componen el IMEO (Instituto Médico de la Obesidad), por lo que son buenos consejos saludables que toda persona que quiera mantenerse sana y no ganar peso debería tener en cuenta.
1. La dieta de los superalimentos
Existen unos productos alimenticios que se encuentran en la naturaleza que tienen la consideración de superalimentos. La mayoría de ellos son extractos vegetales, aunque algunos también se originan en los animales, como es la grasa del pescado omega 3 que tiene un efecto muy positivo para evitar las enfermedades coronarias. Productos como las bayas de goji, la quinoa, la cúrcuma, las semillas de chía, el jengibre, el aguacate, el brócoli son algunos de estos superalimentos que se deben incorporar en la dieta habitual para reforzar la salud y prevenir enfermedades de forma eficaz.
2. La dieta de los micronutrientes
En esta dieta se intenta, en la medida de lo posible, organizar el consumo tomando como base los nutrientes específicos que se necesitan, evitando su déficit o su exceso para equilibrar al máximo la alimentación. Los micronutrientes son esas sustancias químicas que el cuerpo requiere en cantidades mínimas y son esenciales para la mayoría de los procesos que tiene que llevar a cabo el organismo. Para seguir esta dieta es necesaria la acción de un nutricionista que evalúe el estado del organismo de la persona y desarrolle el listado de alimentos que se deben consumir.
3. La dieta gourmet
Cuando se conoce, pasa a formar parte inmediatamente de las favoritas, y es que en esta dieta placer y salud se combinan a la perfección. Es una forma de alimentación en la que se adelgaza sin pasar hambre y disfrutando del placer que ofrece la comida. Apenas existen limitaciones o prohibiciones, ya que se puede comer jamón, queso, marisco, carne, aceite de oliva, e incluso chocolate y embutidos. Aun comiendo de todo esto, es posible adelgazar un kilo a la semana y mantenerse saludable. La clave está en realizar ejercicio de forma habitual, estar muy atento a la preparación y consumir cantidades moderadas.
4. La dieta genética
Para concluir, la dieta génica, que es la más específica de todas, se basa fundamentalmente en personalizar la alimentación en función de los resultados que un test de ADN haya ofrecido previamente. Con este análisis se podrá construir la dieta perfecta, no solo para perder peso o mantenerse sano de forma general, sino también para prevenir y tratar patologías a las que la persona pueda ser propensa. Puede evitar problemas cardiovasculares o digestivos, obesidad e incluso algunos tipos de cáncer.
El test es muy sencillo, basta con extraer una muestra de saliva. A partir del resultado de la prueba y junto a otros datos, como edad, sexo, estado físico, hábitos y preferencias, podrán establecerse las nuevas pautas de alimentación. Aunque hay que saber que esta dieta va más allá de un simple listado de comidas posibles, se trata de un cambio global de hábitos en la alimentación y en la salud para que se puedan mantener durante periodos largos de tiempo, bajando de tres a cuatro kilos al mes.