Queda muy suave y gustará a todos los de casa, incluso los más pequeños de la casa, querrán volver a repetir.
Ingredientes
Láminas de pasta para lasaña, la cantidad, dependerá de la bandeja que uséis.
200 gr. de atún “al natural”
300 ml. de tomate triturado al natural
4 huevos duros
1 cebolla
1 pimiento rojo
Aceite de oliva
Sal
Pimienta negra, al gusto Salsa Bechamel
2 vasos de leche desnatada 500 ml.
1 cucharada sopera de harina de trigo
30 g de mantequilla
Nuez moscada (al gusto)
Sal (al gusto)
Pimienta negra (al gusto)
150 gr de queso para gratinar Preparación
Pondremos al fuego una cazuela con agua y dejaremos cocer los huevos.
Los retiraremos le cambiaremos el agua caliente por fría y los dejaremos un rato. Pasados unos minutos los pelaremos y picaremos en trozos pequeños y los reservaremos.
Lavaremos y picaremos en trozos pequeños el pimiento desechando el tallo y las semillas y también, lo reservaremos.
Pelaremos y picaremos la cebolla, cuando la tengamos troceada, también la dejaremos reservada.
Pondremos una sartén al fuego, con un chorrito de aceite y añadiremos el pimiento. Dejaremos que se vaya pochando un poco e incorporaremos la cebolla y removeremos bien y dejaremos que se vaya pochando todo junto durante unos minutos más.
Pasados estos minutos, añadiremos el tomate, la sal y la pimienta, al gusto y dejaremos que se termine de hacer el sofrito.
Cuando esté hecho, incorporaremos los huevos y el atún y removeremos bien.
Dejaremos durante 5 minutos más al fuego, para que se integren los sabores.
Pasados estos 5 minutos, retiraremos y dejaremos que se enfríe.
Pondremos una cazuela con abundante agua junto con un poco de sal, al fuego y cuando hierva iremos añadiendo las placas de pasta de lasaña.
Dejaremos que se hidraten bien y que se vayan cociendo, por tandas, para evitar que se peguen entre ellas.
Igualmente os aconsejamos, que sigáis las recomendaciones que vienen en el envase de las placas de lasaña.
Poco a poco, las iremos retirando y las dejaremos en un paño, para que absorba el exceso de agua.
Una vez hayamos llegado a este punto, precalentaremos el horno a 180º.
Ahora es el momento de preparar la bechamel
Pondremos al fuego, un cazo, con la mantequilla y cuando esté fundida, añadiremos la harina.
Removeremos bien, para que se tueste y se integre a la mantequilla, incorporamos poco a poco la leche, la sal, la pimienta y la nuez moscada al gusto.
Iremos removiendo la salsa hasta que veamos que se espesa a nuestro gusto, retiraremos y reservaremos.
En una fuente para horno, lo primero que haremos será poner con la ayuda de una cuchara, un poco de la bechamel por toda la fuente y sobre ella colocaremos una capa de pasta hojas de lasaña.
A continuación, verteremos una capa del relleno sobre la pasta, extendiendo bien para que quede bien cubierto.
Colocaremos otra capa de pasta y por encima otra de relleno, repitiendo el mismo proceso, hasta que formemos 3 pisos.
En la última capa, añadiremos la bechamel, esparciéndola bien por toda la fuente y añadiremos el queso rallada, por toda la lasaña.
Introduciremos la bandeja en el horno y dejaremos cocer durante aproximadamente 20 minutos.
Gratinaremos 5 minutos más.
Siempre la temperatura y el tiempo, dependerá de cada horno.
Retiraremos del horno y dejaremos 10 minutos para que repose, antes de servir.
¡Buen provecho!