Me declaro fan absoluta de la leche condensada. Pero fan de esas que se la toma ¡a cucharadas!
Sé que no es nada recomendable ni para la operación bikini y mucho menos para nuestra salud dental, pero no lo puedo remediar, ,me encanta.
Tengo muchas recetas en el blog con leche condensada, pero muchas veces, algunas lectoras y lectores de Sudamérica me han pedido la receta de la leche condensada casera, ya que en sus países es difícil conseguirla.
Hoy por fin me he decidido a prepararla y casi no llego a hacer las fotos, porque desde el momento cero he estado metiendo el dedo para rebañar el bote.
Como siempre, hay que decir, que habrá opiniones para todos los gustos, pero el resultado es muy, pero que muy parecido al de la leche condensada comprada.
INGREDIENTES:
200 gr de leche en polvo ( la mía era desnatada de la marca Central Lechera)
150 gr de agua
300 gr de azúcar
PREPARACIÓN:
Si hacemos la preparación con la thermomix solo tendremos que poner todos los ingredientes en el vaso y programar 10 minutos, a 90º a velocidad 3. Al acabar vertemos en botes esterilizados y dejamos enfriar. Aguanta bien una semana más o menos. Como consejo os diría que programéis 8 minutos en lugar de diez. Sale con una textura perfecta pero al enfriar se espesa aún más, por lo que es mejor que salga algo más líquida y espese después.
Para hacerla sin thermomix solo tendremos que calentar los tres ingredientes a fuego muy suave, sin que hierva y removiendo constantemente hasta que tengamos una consistencia liquida pero sin ser muy densa que luego espesa más.
Estos son los ingredientes,
Los ponemos en el vaso de la thermomix y cocer despacito.
Fijaros con qué textura sale, perfecta.
Al rato, ha espesado más, por lo que es recomendable dejarla menos tiempo cociendo.
Igualita que la comprada. Para futuros postres...