La primera receta del blog de este diciembre raro no podía tener otro protagonista que no fuera el turrón. Con turrón de Jijona he preparado una leche frita riquísima, un tuneo de una de mis recetas favoritas: la leche frita (os dejo el enlace a la receta de la leche frita tradicional). La leche frita de turrón podemos prepararla en Thermomix y también sin ella. Os muestro la forma de hacerlo de las dos formas.
INGREDIENTES PARA LA LECHE FRITA DE TURRÓN:
Para la masa:
75 gr. de mantequilla
90 gr. de harina de repostería
65 gr. de Maizena
700 gr. de leche semidesnatada
150 gr. de turrón de Jijona
80 gr. de azúcar moreno
1 yema de huevo
Para el rebozado:
2 huevos
Harina
Aceite de oliva virgen extra para freír
Azúcar
Canela molida
PREPARACIÓN DE LA LECHE FRITA DE TURRÓN:
En Thermomix:
Añadimos la mantequilla al vaso y programamos 2 minutos/Varoma/Velocidad 2.
Después añadimos la harina y la maicena, programamos 8 minutos /Varoma/Velocidad 2. Pasado este tiempo bajamos de las paredes la harina pegada y volvemos a programar 2 minutos/Varoma/Velocidad 2.
Agregamos la leche, el turrón y el azúcar. Programamos 6 segundos/velocidad 6 (sin temperatura). Después programamos 8 minutos/Varoma/velocidad 4.
Por último, añadimos la yema de huevo y programamos 15 segundos/Velocidad 3 (sin temperatura).
Engrasamos un molde rectangular de unos 30x18 cm. con un poco de aceite de girasol o spray desmoldante. Vertemos la mezcla y aplanamos la superficie con una lengua de silicona. Tapamos y dejamos enfriar. Después llevamos a la nevera durante unos tres o cuatro horas.
De forma tradicional:
Separamos 150 ml. de leche y el resto lo ponemos en un cazo amplio. Añadimos el azúcar y la mantequilla. Llevamos a fuego medio bajo durante unos minutos, hasta que se haya calentado y la mantequilla y el azúcar se hayan disuelto. Entonces añadimos el turrón cortado en pequeños trozos. Empezamos a remover con una cuchara de palo hasta que el turrón se integre completamente (en caso de que os resulte difícil podéis batir con una batidora la mezcla). Mantenemos en el fuego y cuando comience a hervir retiramos del fuego.
En la leche que tenemos reservada diluimos la maicena y la harina y añadimos al cazo. Volvemos a llevar al fuego y seguimos removiendo hasta que la mezcla espese. Entonces retiramos del fuego, dejamos templar un par de minutos y añadimos la yema de huevo. Removemos bien hasta integrar todo.
Vertemos la mezcla en el molde previamente engrasado (arriba os he puesto las medidas) y procedemos de la misma forma que antes.
Pasado el tiempo de la nevera sacamos la masa, y con un chuchillo húmedo vamos haciendo cuadrados o rectángulos y cogiendo con delicadeza. Pasamos por harina y luego por huevo batido y freímos en una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra. Cuando estén dorados ambos lados sacamos dejamos escurrir el exceso de aceite sobre papel absorbente. Después rebozamos en una mezcla de azúcar y canela. Podemos servir caliente, templada o incluso fría.
Espero que os haya gustado esta nueva propuesta en la que hemos convertido un postre tradicional en un postre navideño.
Feliz jueves y feliz puente.