El artículo de hoy está dedicado a los golosos reales, porque trata sobre los dulces nacionales de España. España puede presumir de forma segura una gran cantidad de postres nacionales y otras golosinas. Pero, ¿cómo no perderse entre toda esta amplia variedad de dulces y, sin exagerar las calorías no deseadas, probar solo la cosa? Nuestro equipo editorial ha preparado para usted los mejores postres españoles.
Crema Catalana:
Este postre, como su nombre lo indica, es típico de la región autónoma de Cataluña y es una crema delicada con notas de vainilla y una corteza de azúcar apetitosa. Este plato es un poco como el “creme brulee” francés, pero se diferencia de su vecino al reemplazar la crema grasa que se usa en Francia con leche menos grasa.
Además, la “Crema Catalana” incluye azúcar y yema de huevo. La historia de este postre tiene sus raíces en la Edad Media, ya que la receta se menciona en los libros culinarios de los siglos XIV-XVI. En Cataluña, también puedes encontrar yogurt y licores con un sabor a “crema catalana”.
Tarta De Santiago:
El horneado proviene de Galicia, que hoy se puede probar incluso en el pueblo más pequeño de esta autonomía, incluidos los asentamientos por los que pasa la ruta de peregrinación “El Camino de Santiago”, que conduce a Santiago de Compostela. La primera mención de esta galleta de almendra se remonta a 1577. El proceso de su preparación es muy simple, y el resultado es increíble.
No hay harina en la masa, es completamente reemplazada por almendras molidas, por lo que al hornear se le da un rico sabor y aroma a almendra. Además, se agrega canela y ralladura de limón a la tarta de Santiago, y se vierte azúcar en polvo en la parte superior, dejando un área que tiene la forma de una cruz.
Por cierto, esta torta se embelleció con el simbolismo de la cruz en el siglo XX, y esta innovación ganó popularidad rápidamente, convirtiéndose en un verdadero símbolo de la fragante cocción del norte de España.
Churros con Chocolate:
Es una dulzura típica española, que es pincel tostado (la versión más cercana de esta pasta a los países de Europa del Este) con un poco de chocolate caliente. La maleza está hecha de harina de trigo, aceite de girasol y sal, se fríe en aceite hirviendo y contrasta con el sabor del chocolate caliente espeso.
En el norte de España, este postre, asociado a los lugareños con el acercamiento de las vacaciones de Navidad y Año Nuevo, se acostumbra a comer en los meses fríos para el desayuno o el té de la tarde. En el sur del país los churros desayunan durante todo el año. Y entre los jóvenes españoles, esta dulzura está firmemente asociada con el final de una fiesta tumultuosa, después de lo cual, a las 7 de la mañana, todos van a comer a la cafetería más cercana.
Pastel Real (Roscón De Reyes):
Esta es una pasta dulce española en forma de toroide (un panecillo grande, de forma redonda, con un agujero en el centro), decorado con frutas confitadas o chocolate. Este tipo de pastel hecho para comer durante las fiestas de Año Nuevo y Navidad. Según algunas fuentes, esta pasta nos llegó de la época de los antiguos romanos, en la que estaba programada para la fiesta de Saturno, de ahí la forma de dulzura. Algunos historiadores de la gastronomía asocian una forma de hornear con una corona de Navidad, que está decorada en casa durante las vacaciones de invierno.
De todos modos, hoy comer Roscón de Reyes ya es un tipo de diversión, porque se coloca una pequeña sorpresa dentro de este dulce pastel y todos los que lo comen esperan que el presente esté en su porción. Aunque, esta costumbre varía, dependiendo de la región de España. Entonces
Turrón:
Otra delicia española, que simboliza la Navidad. Después de todo, durante este período, cientos de variaciones del delicioso postre aparecen en el mercado. Inicialmente, el turrón es una masa dulce hecha de una mezcla de miel (o azúcar) y almendras. Las provincias de Valencia y Alicante son consideradas el lugar de nacimiento de turrón, y es en esta parte de España donde hoy se encuentra la mayor producción de turrón.
Las almendras pueden ser enteras o molidas, y la masa dulce se puede hacer con la adición de mazapán, chocolate, turrón y otros ingredientes. Se cree que aquí, en la aparición de diversas variedades de dulces a base de almendras, los españoles están obligados a los árabes, quienes durante mucho tiempo gobernaron en lo que hoy es España e hicieron una contribución significativa a la gastronomía local.
Galletas de mantequilla ( Polvorones):
Otra dulzura de Navidad. Estas galletas son pequeñas en tamaño, hechas a base de una mezcla de harina, azúcar y una gran cantidad de mantequilla. Las galletas se hornean a altas temperaturas, lo que nos permite obtener una corteza rojiza en el exterior y un medio muy quebradizo y blando. El ámbito de la producción de los mayores números de polvorones en español se considera Andalucía.
Las almendras, la canela, la ralladura de limón y otros acentos de sabor también se agregan a la mezcla básica de ingredientes. Polvorón, al igual que Turrón, ocupa un lugar especial en la mesa dulce de todos los españoles que se respetan a sí mismos durante todas las vacaciones de invierno.
Ensaimada de Mallorca:
El nombre de este dulce habla de su origen. Encimada es un verdadero símbolo de la isla de Mallorca. Esta es una pasta horneada de caracol, hecha de muy tierna, ligeramente hojaldre, siempre encajada con azúcar en polvo. El nombre de la pastelería tiene raíces árabes, “el sitio” en árabe significa “gordo”. Una gran cantidad de grasa de cerdo se agrega a la masa para la ensaimada, lo que le permite hacerlo increíblemente tierno, mientras que, por supuesto, es calórico.
Presumiblemente, el Ensaimada en Mallorca comenzó a hornearse alrededor del siglo XVII, y estas antiguas recetas están cuidadosamente protegidas por los lugareños. Se agrega una delicada mermelada de crema o calabaza al interior de la cocción, pero también hay una opción sin aditivos. Hoy en día, cada turista que se respeta siempre compra, como recuerdo sabroso de Mallorca, una caja con una ensaimada.
Torrija:
La traducción literal de este dulce – “Slice”. De hecho, se trata de rebanadas de pan no muy fresco, bien empapadas en leche o vino, fritas a fuego alto en grandes cantidades de mantequilla, con sabor a miel, azúcar y canela. Torrijas llevadas a comer durante el período de ayuno, así como durante la semana santa. En España, este tratamiento apareció en el siglo XV y se asentó en gran medida en la cocina local, convirtiéndose en uno de los postres favoritos para el desayuno, el té de la tarde o simplemente una compañía con una taza de café.
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