También las he decorado con glasa, pero no me he complicado mucho, simples líneas y puntos. ¡Combinando ambas se pueden conseguir cosas fantásticas! La verdad es que pensaba que no me iba a dar la imaginación para hacer galletas diferentes usando solo esos patrones y la verdad es que sorprende ver la de dibujos que podemos hacer.
No sabría decir qué es lo que más me gusta de estas galletas: el sabor o el olor que dejan en la cocina. Al llevar diferentes especias, mientras las horneas, la cocina se impregna de un olor maravilloso, sobre todo si te gustan mucho este tipo de galletas y de olores (soy fan número uno de la canela).
La verdad es que la idea original es colgarlas en el árbol, junto a los demás adornos, pero fue imposible. Cuando las hice tenía un taller en Olite (Navarra) y se las llevé para que las probasen. Yo no me quedé ni una, ¡se llevaron todas! Solo espero que les gustaran.
Esta receta además ya la publiqué antes en Ahora Zona Media, el pasado 9 de diciembre, así que alguno lo habréis visto. No podía dejar de publicarla aquí también. Además, las fotografías me encantan. Las hice para el curso de Luisa Morón, para uno de los ejercicios. Aprendí muchísimo con ella y es un curso 100% recomendable, en serio, sobre todo si os gusta la fotografía culinaria. Yo siento y sé que he aprendido y he mejorado mucho desde entonces.
Siento estar tan pesado, en breves os dejo con la receta. Ya he acabado el sorteo del blog, ayer salió la ganadora: Rosa Díaz García. Espero que le guste el premio (supongo, vaya, si no no se hubiese apuntado) y que le saque partido. A los demás participantes: ¡Gracias! Sin vosotros esto no sería lo mismo, claro está. La próxima vez igual tenéis más suerte, ¡no desistáis!
Galletas de Speculoos
Dificultad: Fácil
Tiempo horneado: 15 mins (aprox)
Raciones: 20
Etiqueta: Aperitivo Dulce
Para las galletas:
250 gr de azúcar moreno
250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
2 huevos
600 gr de harina
Una cucharadita de extracto de vainilla
Dos cucharaditas de mezcla de speculoos*
Para la glasa:
35 gr de clara pasteurizada (una clara aprox.)
200 gr de azúcar glacé
Un cuarto de cucharadita de crémor tártaro
Extracto de vainilla (sin color)
* Se puede comprar ya hecha, pero si no la podéis hacer en casa mezclando ocho cucharadita de canela, dos de clavo molido, una de nuez moscada, una de jengibre, media de cardamomo, media de nuez moscada y media de pimienta blanca. De esta mezcla echamos dos cucharaditas.
- Mezclamos la mantequilla con el azúcar moreno hasta que esté todo bien unido.
- Añadimos los huevos y la vainilla y batimos bien hasta que se integren.
- Tamizamos la harina con la mezcla de especias y batimos bien hasta que consigamos una masa que no se quede pegada a las manos. Si vemos que se nos queda muy pegajosa añadimos pequeñas cantidades de harina, no mucha.
- Estiramos la masa con un rodillo, sobre una superficie ligeramente enharinada, dejándola con el grosor deseado.
- La metemos en el frigorífico. Lo mejor es dejarlas de un día para otro para que la masa se aromatice bien.
- Sacamos al día siguiente y vamos cortando con cortadores para galleta. Vamos colocándolas en la bandeja de horno, previamente forrada con papel de horno. Dejamos uno o dos cm de separación entre las galletas. Yo he hecho un pequeño agujero en cada galleta para luego poder pasar una cinta.
- Metemos en el frigorífico mientras precalentamos el horno a 170ºC. Deben estar al menos 15 minutos enfriándose.
- Sacamos una bandeja y horneamos durante 12-15 minutos, hasta que veamos que se doran ligeramente los bordes. Saldrán blandas, pero cogerán consistencia conforme se vayan enfriando.
- Dejamos enfriar en la bandeja durante cinco minutos y traspasamos a una rejilla para que se acaben de enfriar.
- Horneamos todas las bandejas que tengamos.
- Ahora toca preparar la glasa. Para ello pondremos en un bol las claras pasteurizadas con el azúcar glacé tamizado y mezclaremos bien con una batidora.
- Es importante usar claras pasteurizadas porque no las vamos a cocinar y así nos evitamos todo el tema de la salmonela.
- Cuando hayan cogido consistencia añadimos el crémor tártaro y la vainilla. Batimos bien hasta que la mezcla adquiera la consistencia de la pasta de dientes.
- Si no lo conseguimos añadimos un poco más de azúcar glacé, pero sin pasarnos.
- Cuando lo tengamos, ponemos la glasa en una manga pastelera con una boquilla pequeña circular (yo he usado la nº2 de Wilton). Con ella vamos a ir dibujando los dibujos encima de nuestras galletas. ¡Dejad volar la creatividad!
- Dejamos secar bien. La glasa se endurecerá al cabo de varios minutos, pero es recomendable dejarla varias horas, para que esté totalmente consistente.
- Para terminar, pasamos una cinta por el agujero y hacemos un nudo.
- ¡Ya tenemos nuestras galletas para colgar en el árbol!
¡A disfrutar!
